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Asunción de la Virgen, El Greco

Publicado por Laura Prieto Fernández

La obra que aquí no ocupa, La Asunción de la Virgen María, es un óleo sobre lienzo pintado por uno de los artistas más destacados de la época manierista Domenico Theotokopoulos, más conocido con el sobrenombre de El Greco. La obra formaba parte del retablo que el artista realizó para El Convento de Santo Domingo en Antiguo de Toledo, ésta fue la primera obra que El Greco hacía en España, su carta de presentación que le debería servir para convertirse en uno de los pintores más destacados de la Península y así fue.

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La personalidad artística de El Greco es tan fuerte que sus obras adquieren una <> determinada, haciéndose fácilmente reconocibles: las formas alargadas de los personajes, los colores brillantes o los ambientes tenebristas son algunos de los elementos que siendo característicos de la estética manierista la manera en la que el artista juega con ellos los hace propios. El Greco (1541 – 1614) fue uno de los pintores más destacados del Renacimiento, nacido en Creta los primeros años de su carrera los pasó como pintor de iconos pero su valía artística le hizo trasladarse a Roma para estudiar a los clásicos.

Desde Roma llegó a Toledo en 1577 y fue entonces cuando el deán de la Catedral de Toledo, Diego de Castilla, al que el artista había conocido en Roma le encargó el Retablo de Santo Domingo. El artista trabajó minuciosamente durante dos años en la obra –como ya hemos señalado ésta era de gran importancia ya que era su presentación como artista en un país extranjero- en nueve lienzos; siete de las pinturas formaban parte del altar y las otras dos restantes se concibieron como parte de otros altares menores dispuestos en las capillas laterales.

Lo cierto es que el Retablo que aquí nos ocupa sentó un precedente en la retablística española, hasta entonces ningún retablo español había sido concebido de esta manera, la obra mostraba las influencias de los retablos venecianos al igual que los lienzos. El artista presentó un programa iconográfico en el que La Asunción de la Virgen ocupaba la parte inferior el cuerpo central, estaba rematado por una representación de La Trinidad y a los lados se encontraban las figuras de San Juan bautista y San Juan Evangelista.

En la Asunción de la Virgen el artista establece una división entre la parte terrenal y la espiritual, un esquema que el artista utilizará en muchas ocasiones posteriores y que esta vez parece estar inspirado en la Asunción de la Virgen de Tiziano. Abajo los Apóstoles se sitúan en distintas posiciones alrededor de la tumba vacía de la Virgen mientras que en la parte superior un cortejo de ángeles recibe a la Madre de Dios.

María ha sido representada como una figura muy volumétrica, que se encuentra adelantada con respecto al resto de personajes. Su posición introduce movimiento en el lienzo y sus ropajes destacan por los colores brillantes. Aparece apoyada sobre una media luna como símbolo de su naturaleza inmaculada.