Arte
Inicio Pintura, Renacimiento Camino del calvario de Brueghel

Camino del calvario de Brueghel

Publicado por A. Cerra
Camino del calvario de Brueghel

Camino del calvario de Brueghel

Esta obra la pintó Peter Brueghel el Viejo en el año 1564, y hoy en día forma parte de la colección de la National Gallery de Ottawa en Canadá.

Este pintor holandés fue uno de los más reputados artistas de su época, y popularmente se le llegó a conocer como “Boeren-Brueghel”, o sea, Brueghel de los campesinos, dada su extraordinaria habilidad para retratar a los aldeanos. De ello da cumplida muestra esta obra. E incluso se decía que se disfrazaba y acudía a fiestas campestres para estudiar a los personajes y mezclarse con ellos para luego hacer mejor su trabajo de pintarlos.

Por otra parte, viendo la composición de esta obra, es imposible no relacionarle con otro pintor holandés de una enorme calidad: El Bosco. Aunque no fue esta su única influencia, ya que llegó a viajar a Italia en 1552 y allí descubrió la obra de Miguel Ángel.

De toda su producción pictórica, la obra de mayor tamaño es ésta, que la realizó por encargo de un acaudalado banquero y coleccionista de Bruselas. En ella representa la crucifixión de Jesucristo, y junto a ello la ejecución de un predicador. Pero no ambienta el episodio de los Evangelios en los tiempos de los romanos, sino que lo lleva a los paisajes de su tierra y los ubica temporalmente en su tiempo, es decir, los legionarios romanos de la Biblia se transforman en soldados mercenarios españoles que por aquel entonces ocupaban el territorio de Flandes. Mientras que la gran mayoría de personajes que pululan por el cuadro visten las prendas habituales de las clases campesinas de los Países Bajos en el siglo XVI.

La figura de Cristo cargando con la cruz ocupa el centro geométrico del cuadro, sin embargo parece perderse entre la multitud de personajes que aparecen en la obra, cada uno ellos afanados en sus quehaceres y sin hacerle excesivo caso al episodio. Sin embargo, sí que destacan las figuras de la Virgen María y san Juan en la parte baja a la derecha del cuadro, ellos y una pequeña comitiva femenina son los únicos personajes que lloran y lamentan el calvario de Jesús.

Peter Brueghel el Viejo es un artista de su tiempo, es decir, tiene muchas características propias del arte renacentista. No obstante como buen pintor flamenco sigue la herencia de otros artistas flamencos medievales como Jan van Eyck o Roger van der Weyden, en los que sus pinturas están repletas de símbolos. Así, Brueghel también incorpora muchos de estos símbolos. Por ejemplo, en toda la composición destaca una roca elevada y muy vertical que en la cúspide tiene un molino.

Es obvia la imposibilidad de acceder hasta él cargado con el trigo para moler o descender desde ahí con los sacos de harina una vez ya molido el grano. Y es que en realidad, en la tradición pictórica flamenca muchas veces se personificaba la imagen de Dios como un molinero que observa a sus gentes desde las alturas.

En definitiva, esta obra merece un buen rato de observación para entretenerse con los mil y un detalles que pintó su autor.