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Celos de Munch

Publicado por A. Cerra

Celos de Munch

El pintor noruego Edvard Munch es uno de los exponentes más arquetípicos del “artista atormentado”. Munch lo tenía todo para ello. Sufrió una infancia muy dura perdiendo a su madre y hermana, mientras que el sentimiento ultrarreligioso de su padre hipernervioso no hizo más que atormentarle y dejarle huellas psicológicas durante toda su vida.

Así que la personalidad de este artista viene marcada en gran manera por sus problemas mentales, los cuales le llevaron en más de una ocasión a ser internado para recibir tratamientos psiquiátricos. Y desde luego su obra tanto temática como formalmente es producto de esos estados mentales.

El caso más evidente es su pintura más carismática, El grito. Pero en otras muchas de sus obras se nos transmiten su psicología. Él mismo dejó escrito que pintaba “estados de ánimo”. Y en este óleo que está en el Museo Munch de Oslo lo podemos ver. De hecho su título Celos ya lo deja claro.

El artista pintó varias veces sobre esta temática y en este caso se representa a sí mismo sufriendo esos celos que tantas veces experimentó en una vida repleta de desengaños y rupturas amorosas. Unas relaciones que le atormentaron y que incluso acabaron alguna vez en tragedia. No es de extrañar que entre sus problemas mentales y los amorosos acabara también alcoholizado.

El caso es que aquí se representa sufriendo esos terribles celos, y por eso su cara está bañada por un tinte verde, el color de ese sentimiento. Mientras que la mujer tiene su rostro enrojecido, el tono del amor y la pasión. Y como en toda relación de celos, también se ve al tercer personaje.

De esos tres, él único que nos mira es el propio retrato de Munch, en una actitud que parece cuadrar a la perfección con el objetivo de su pintura: “En mi arte he intentado explicarme la vida y su sentido. También he pretendido ayudar a otros a aclararse con la vida”.

Pictóricamente muy representativa de sus características, con el simbolismo y la importancia que le da a los colores, así como sus rostros cargados de expresividad. Motivo por el cual su arte se considera un precedente del Expresionismo.

En definitiva, un cuadro con todos los ingredientes del arte de este noruego, cuyo arte es absolutamente inexplicable sin conocer su fragilidad mental y física que le llevó a una vida de sufrimientos, cuyo padecimiento todavía se agravó más gracias a muchas críticas voraces a sus cuadros. Como decíamos fue el arquetipo de pintor atormentado junto a otros creadores como Caravaggio, Van Gogh o Francis Bacon.