Coronación de la Virgen de Fra Angelico
Esta es una obra del pintor italiano Fra Angelico, perteneciente a los primeros años del Renacimiento, o Quattrocento, ya que esta pintura sobre tabla y con la técnica del temple la realizó con anterioridad al año 1435.
Se trata de un retablo que creó para el altar mayor de la iglesia de San Domenico del convento dominico de su localidad toscana natal: Fiesole, y a cuya orden perteneció este artista y monje, que varios siglos después (durante el Papado de Juan Pablo II fue beatificado).
Es decir la producción pictórica de Fra Angelico tiene básicamente un carácter religioso con obras tan valiosas para la evolución de la pintura como su famosa Anunciación o su Juicio Final.
Obviamente también en este caso estamos ante una escena sacra, en concreto ante el momento de la Coronación de la Virgen María que ocupa el espacio principal de este retablo de unos cuatro metros cuadrados. Vemos como es el propio Jesucristo quién está coronando a su madre ante la atenta mirada de toda la corte celestial plagada de santos, santas, profetas, ángeles y músicos.
Entre todos esos personajes también destaca Santo Domingo, el fundador de la orden dominica a la que perteneció Fra Angelico y que va ataviado con su clásico vestido negro. Ese vestido lo hace destacar más entre el fresco colorido de toda la escena. Un color en el que también se descubren las trazas de oro, como si se tratase de una exquisita miniatura medieval.
Sin embargo, no estamos ante una pintura del Medievo. Es cierto que hay vínculo con el arte del Gótico, pero ya hemos comentado que Fra Angelico es un artista del Renacimiento y de los inicios de un nuevo modo de comprender el arte. A eso se debe la organización espacial de la tabla, la cual sin duda se debe al estudio de la perspectiva.
El reparto de los personajes, incluso el enlosado o la disposición de los elementos arquitectónicos como el dosel de la parte superior, hasta las grandes trompas con las que los ángeles músicos celebran el acto de la coronación plasman ese intento de darle perspectiva a la escena. Aún con errores, pero con un resultado muy innovador para este momento de la Historia del Arte.
No obstante, ya hemos mencionado que eso convive con rasgos del arte precedente. Por ejemplo, está muy claro que el dosel bajo el cual están Cristo y la Virgen es de formas góticas. Y por supuesto, la parte baja del retablo, la predela también tiene muchas reminiscencias tanto de la escultura como de la pintura del Gótico. En esta predela aprovecha para representar varios episodios de la vida de Santo Domingo.