Ctesifonte III de Frank Stella
El artista estadounidense Frank Stella nacido en 1936 saltó al panorama artístico por sus primeras obras basadas en líneas y formas completamente simétricas, como por ejemplo Arriba la bandera. Unas creaciones creadas a partir de formulaciones matemáticas, y con las que pretendía eliminar la variable de la expresión personal. Así como dejar una imagen sin simbolismo ni mensaje alguno, llevando la contraria por completo a gran parte de la historia de la pintura.
Esa romper con la tradición luego lo llevó un poco más lejos, y comenzó a crear cuadros que no eran cuadros. Es decir, que tenían formas muy distintas al tradicional formato con ángulos rectos. Un ejemplo de ello es esta creación titula Ctesifonte III que hizo en 1968 y que en la actualidad se expone en el Museo Ludwig de la ciudad alemana de Colonia.
De esta manera la peculiar forma del lienzo pasaba a ser parte de la propia obra de arte. Al igual que si era una pieza o varias, ya que lo habitual es que estas obras estén fragmentadas, como ocurre aquí. E incluso la numeración romana de III no alude a que sea la tercera imagen que tituló Ctesifonte, sino que era un código personal en el que el III remite a una forma en abanico, mientras que el I era un entrelazado o el II lo relacionaba con el arco iris.
Y es que respecto a su producción anterior, las obras que hizo en los años 60 estaban llenas de color, como también podemos ver aquí. Mientras que otra característica son los grandes tamaños de sus lienzos, en este caso ocupando en total unos 18 metros cuadrados.
En ellos creaba franjas geométricas de pintura acrílica, siempre en tonos muy vivos, y sin mezclar entre sí. Es decir son franjas perfectamente delimitadas y sin que haya fusión alguna entre las tintas planas. Y a eso le consigue incorporar el dinamismo por la posición de las franjas y la forma de los lienzos, ya que las disposiciones curvas parece que nos evocan giros, unos giros que son infinitos y de alguna manera cada vez más rápidos.
Pero en el fondo, Frank Stella no pretendía que viéramos cosas extrañas en sus cuadros, ni buscaba la interpretación del espectador. Él mismo dijo que no eran más que objetos, y todo lo que eran se veía a simple vista. Sin cuestiones filosóficas, ni evocaciones, ni nada así. En fin, que comenzó siendo una inspiración para el minimalismo con sus primeros cuadros de bandas en blanco y nego, y lo cierto es que sus planteamientos artísticos nunca se alejaron demasiado de esas ideas, por mucho que les diera más color o variara sus formas.