Domine, quo vadis? Annibale Carracci
Annibale Carracci es el autor de una de las mejores obras que se han realizado acerca de la pasión de San Pedro, se trata de un óleo sobre tabla que lleva el título de Domine, quo vadis? Cuyo significado vendría a ser Señor, ¿dónde vas? Se trata de una pequeña tabla de unos setenta y siete centímetros de alto y algo más de medio metro de anchura que dataría de en torno a 1601 o 16002 y que en la actualidad podemos encontrar en la National Gallery of Art de Londres.
Annibale Carracci (1560 – 1609) es una de las figuras artísticas más destacadas de la época barroca. El artista cultivó tanto la pintura como el grabado y es el miembro más destacado de una larga saga de pintores, Los Carracci. Parece ser que Annibale pudo formarse en el taller familiar y junto con su hermano mayor -Agostino Carracci- y su primo –Ludovico Carracci- formaron el seno de una nueva tendencia artística que en la etapa barroca se alejaba del realismo sin precedentes utilizado por Caravaggio a la vez que rechazaba igualmente las formas distorsionadas heredadas del estilo manierista.
Si bien es cierto que su obra se encuentra íntimamente ligada con la de su hermano y su primo, Annibale fue sin duda el más exitoso de todos los Carracci. Durante algún tiempo se trasladó a Roma para pintar bajo las órdenes de Eduardo Farnese pero posteriormente regresó a su Bolonia natal donde siguió trabajando en el taller familiar que le proporcionaba un gran número de encargos y éxitos.
En Domine, quo vadis? También conocido como la Aparición de Cristo a San Pedro Annibale Carracci nos presenta el primer episodio de la pasión de San Pedro. Parece ser que el artista pudo inspirarse en el texto medieval de Jacobo de la Vorágine, La leyenda dorada. En ella se relata como San Pedro, después de vencer a Simón, trataba de huir de Roma a través de la Via Appia cuando se encontró con Jesucristo resucitado. San Pedro consternado por la presencia de su maestro le pregunta precisamente el título que lleva la tabla de Carracci, Quo vadis? Y Jesucristo le contesta que marcha hacia Roma. El discípulo no necesita nada más para comprender que su destino es quedarse en la ciudad y sufrir el martirio si así debe ser.
En la obra de Carracci Jesucristo aparece representado en un fuerte escorzo frente al espectador. Con una de sus manos carga con la cruz -otros signos de la Pasión también son reconocibles- mientras con la otra señala hacia Roma. San Pedro por su parte muestra un gesto de sorpresa demasiado exagerado retirándose ante la presencia de su maestro.
Fiel a su estilo idealista Annibale Carracci ha ideado una composición clara y sencilla, en un ambiente natural en el que se observan algunos elementos de la arquitectura clasicista y que nos remite más a las formas del Cinquecento que a la época barroca. Especial mención merece el colorido de la tabla heredado de la tradición veneciana que Carracci tanto admiraba.