El amor nuevo de Jorge Gay
La leyenda de los Amantes de Teruel ha sido recogida en numerosos formatos artísticos. Desde el libro que plasma su leyenda escrito por Juan Eugenio Hartzenbusch hasta diversas composiciones musicales y óperas, cuadros o esculturas, incluyendo la del propio Mausoleo de los Amantes donde reposan los cuerpos momificados de los protagonistas de esta historia de amor ubicada en la Edad Media.. Tales hechos supuestamente a acaecidos en el siglo XIII se han acabado por convertir en motivo turístico para conocer Teruel o e incluso han inspirado unos festejos basados en unas recreaciones históricas en la población que se celebran precisamente el 14 de febrero, día de los Enamorados.
Es decir, la leyenda de los Amantes de Teruel es algo muy importante en la ciudad y no han cesado de realizarse actos vinculados a ello. Uno de los últimos es el mural que realizó el pintor contemporáneo Jorge Gay (1950 -). Una obra concebida con su particular estilo a caballo entre las formas figurativas y las descomposiciones de inspiración cubista.
Este artista a lo largo de varias décadas de trayectoria creativa ha realizado numerosos murales, gran parte de ellos inspirados en episodios o lugares de su tierra aragonesa. Y en muchos de ellos ha incluido una serie de símbolos que se repiten, algo que también ocurre aquí. Si bien en este caso hay una inspiración muy evidente, ya que se ha basado en el cuadro Los amantes de Teruel que realizó el pintor Muñoz Degraín en el año 1884 y que conserva el Museo del Prado de Madrid, pero para transformarlo y adaptarlo a nuestro tiempos, algo que queda claro con el título de la obra: El amor nuevo.
En realidad, se trata de una obra que habla de la leyenda, de la ciudad y de los sentimientos que le procesan al autor. Se reconocen en esos distintos planos tanto monumentos turolenses como el paisaje que rodea a la ciudad. Por supuesto también están los dos enamorados legendarios. El muerto tal y como ocurre en el relato, y ella asolada por el dolor y decidida a morir a su lado. De hecho, a la izquierda se les vuelve a ver como si estuvieran durmiendo en un entorno más paradisiaco, rodeados de naturaleza. Planteando así algo de esperanza o una creencia en que el amor siempre triunfa.
Desde luego es una obra cargada de todos los sentimientos que ha de irradiar el emplazamiento donde se exhibe. Es decir, en el propio Mausoleo de los Amantes, ya que fue un encargo que hizo en 2005 para la Fundación Los Amantes de Teruel.