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El joven pintor, Rembrandt

Publicado por Laura Prieto Fernández

Durante la Edad Media socialmente no había ninguna diferencia entre un zapatero, un pintor o un cantero. bajo el sistema gremial, todos ellos trabajaban con las manos y por ello, todos estos oficios estaban destinados a personas de clase social baja y resultaba impensable que un noble se dedicase, por ejemplo, a la pintura. Fue en el Renacimiento cuando la pintura comenzó a contar con una nueva categoría, los artistas ya no eran meros artesanos, sino que detrás de su obra había un profundo estudio de la perspectiva, la matemática, la anatomía etc. Ya en el Barroco, la condición social de los artistas siguió la misma pauta que en el Renacimiento y los pintores tenían un gran reconocimiento social.

La obra que aquí analizamos lleva por título El joven artista en su estudio y es una obra realizada por Rembrandt, uno de los pintores más reconocidos no solo en el Barroco sino, en la historia de la pintura. Rembrandt (1606 -1669) es uno de los pintores barrocos más reconocidos. Su pintura fue muy admirada en vida y gozó de gran reconocimiento y, sin embargo, en los últimos años de su vida la tragedia personal se cernió sobre el artista. En esta ocasión analizamos un cuadro realizado en óleo sobre lienzo, de formato horizontal y pequeñas dimensiones que apenas mide unos treinta y dos centímetros de ancho y veinticinco de alto. La obra se exhibe en el Museo de Bellas Artes de Boston, USA.

El artista ha presentado una escena intimista, un joven pintor aparece en la distancia observando el lienzo de su trabajo que se dispone de espaldas al espectador y no nos permite ver nada de lo que hay en él. El artista, no se encuentra trabajando, sino que está alejado del lienzo, mirándolo reflexivamente en un ejercicio demuestra que el arte de la pintura no sólo es habilidad manual sino también intelectual.

La habitación está vacía y desprovista de cualquier tipo de decoración cosa que parece rara en el taller de un pintor siempre lleno de lienzos y obras por acabar. La situación en diagonal del pintor con el lienzo nos hablan de una perspectiva muy estudiada y de un gran dominio del espacio por parte de Rembrandt.