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El sacrificio de Isaac, Caravaggio

Publicado por Laura Prieto Fernández

La mesura y el raciocinio que se impuso en el campo pictórico durante la etapa del Renacimiento dio paso en el Barroco a un estilo hiperrealista, descarnado y muy teatral que encontró en el italiano Caravaggio (1571 – 1610) uno de sus mejores exponentes. Caravaggio fue una de las grandes figuras en el mundo del arte y durante su época fue bien conocido, no sólo por la fama de sus pinceles que fue mucha, sino también por su carácter violento que le hizo tener más de un problema con la justicia italiana.

Sea como fuere, lo cierto es que las obras que el artista realizó, cosecharon numerosos éxitos ya en vida del artista y trabajó para algunos de los comitentes más importantes de su tiempo. Caravaggio realizó algunos de los mejores cuadros de temática religiosa que se han producido en el barroco italiano, con la peculiaridad, de otorgar a los mismos un carácter sumamente realista. El lienzo que aquí analizamos es una típica pintura religiosa con uno de los temas más populares del Antiguo Testamento, El Sacrificio de Isaac.

Caravaggio pintó la obra en torno al año 1603, se trata de un óleo sobre tabla de formato horizontal que mide unos ciento treinta y cinco centímetros de ancho y unos ciento cuatro de altura. El artista pintó la obra cuando residía en Roma -hubo de escapar de Milán por problemas con la justicia- y parece ser que la obra fue bastante popular ya que la vendió rápidamente a un miembro de la familia Barberini.

Como ya hemos señalado, la temática de la obra no es demasiado novedosa, al fin y al cabo, desde la Edad Media era un tema muy popular y la figura de Isaac se tomaba como un precursor de Jesucristo que aceptaba el sacrificio que hacía su padre, es precisamente por ello por lo que el cuadro de Caravaggio es tan novedoso, porque el Isaac que aquí nos presenta no es un joven doblegado que acepta su destino sino que lucha por su vida y se intenta escapar de las ataduras de su padre.

Abraham por su parte, es un hombre entrado en años, con barba canosa que, pese a seguir los mandatos de Dios se muestra dubitativo en el momento del sacrificio, precisamente ese es el instante que aquí se representa, cuando el ángel detiene a Abraham. El tenebrismo típico de la pintura de este artista deja patente quienes son los protagonistas del lienzo.