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El socorro de Cádiz, Zurbarán

Publicado por Laura Prieto Fernández

En muchas ocasiones hemos visto como los pintores trataban un tema histórico con gran rigor y objetividad, este hecho se complica mucho más cuando en lugar de hablar de un suceso pasado se trata de un acontecimiento cercano en el tiempo para el artista; en ese momento, el pintor se convierte en cronista de su propio tiempo y plantear un hecho de manera objetiva, sin dejarse llevar por sus sentimientos resulta harto difícil. La obra que aquí analizamos es uno de esos lienzos en los que el autor tiene que realizar un ejercicio de objetividad para representar la realidad.

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Zurbarán (1598 – 1664) fue uno de los artistas más destacados del conocido Siglo de Oro Español, contemporáneo de Velázquez el artista destacó sobre todo por sus interpretaciones de temática religiosa perfilándose así como uno de los miembros más destacados de la escuela andaluza. La obra que aquí analizamos lleva por título La defensa de Cádiz contra los ingleses también conocida como El socorro de Cádiz, una gran obra de formato horizontal que mide unos tres metros de altura y algo más de tres metros veinte de anchura y que está pintada en óleo sobre lienzo.

En la década de los treinta el artista fue llamado por el valido de Felipe IV, el Conde duque de Olivares para que el artista de Badajoz participase en la decoración del Salón de los Reinos en el Palacio del Buen Retiro. Se trataba de un encargo muy importante y no sólo por ser para el rey sino porque el artista trabajaba junto con Velázquez, máximo exponente de la pintura de su tiempo, quien por aquel entonces estaba preparando su cuadro de La Rendición de Breda también para el mismo salón. El encargo de Zurbarán presentaba dos grandes lienzos de historia y otros diez cuadros de menor tamaño que contenían escenas de la vida de Hércules y que se colgarían sobre los ventanales de la sala.

Es importante destacar que el encargo de Zurbarán no sólo tenía una función decorativa, sino que también buscaba exaltar el poder y la grandeza del reino español. En este sentido, la obra de Zurbarán se inscribe en una tradición pictórica que busca representar los logros militares y políticos de la monarquía. La defensa de Cádiz contra los ingleses es un claro ejemplo de este tipo de pintura, en la que se busca representar la valentía y el heroísmo de los defensores de la ciudad frente al ataque inglés.

De los dos lienzos de historia tan sólo se ha conservado éste ya que el otro lienzo –también conocido como El socorro de Cádiz por parte de la flota de la corona- se ha perdido. La obra que aquí nos ocupa representa en primer término a los españoles comandados por Fernando Girón gobernador de Cádiz que aparece sedente debido a su delicado estado de salud. El gobernador junto con sus principales aliados, se encuentran en lo alto de la muralla de la ciudad. La obra representa a la perfección las figuras de primer plano con gran realismo y minuciosidad, sin embargo los personajes no parecen establecer ningún diálogo entre sí y al centrarnos en la escena del fondo se puede apreciar ciertas carencias sobre todo en el uso de la perspectiva, pareciendo más un fondo teatral que una escena real.

A pesar de estas carencias, la obra de Zurbarán destaca por su habilidad para capturar la tensión y la emoción del momento. La mirada de los personajes, la postura de sus cuerpos, todo contribuye a transmitir la sensación de un momento crítico en la historia de la ciudad. En este sentido, la obra de Zurbarán se convierte en un testimonio visual de la resistencia y el coraje de los defensores de Cádiz. A través de su pincel, Zurbarán nos ofrece una visión de la historia que va más allá de la mera representación de los hechos, para convertirse en una reflexión sobre el valor y la dignidad humana.