Hércules y la hidra de Lerna, Zurbarán
La lucha entre Hércules y la hidra de Lerna es un óleo sobre lienzo realizado por el artista barroco Zurbarán, se trata de un lienzo con temática mitológica que representa uno de los Doce trabajos de Hércules, pero que a su vez posee un fuerte trasfondo alegórico y político.
Zurbarán es uno de los grandes artista españoles de época barroca, su figura artística se ha visto ensombrecida al ser coetáneo del que quizás sea el mejor pintor de origen español de todos los tiempos, Diego de Vázquez. Francisco Zurbarán (1598 – 1664) es una de las figuras más destacadas del Siglo de Oro español, nacido en la localidad andaluza de Fuente de Cantos, parece ser que el joven Zurbarán se trasladará a Sevilla para formar junto con el artista Pedro Díaz de Villanueva. Tanto de esta etapa como de sus siguientes años en Extremadura, apenas se conserva ninguna obra ya que su gran revelación como artista no fue hasta finales de la década de los veinte. Durante una década el artista triunfó en Sevilla y fue llamado a Madrid por la Corte para participar en la decoración del Casón del Buen Retiro.
De esta época, en el año 1634 concretamente, es precisamente el lienzo que aquí nos ocupa. Se trata de una obra de formato horizontal de más de metro y medio de anchura y ciento treinta centímetros de altura que en la actualidad se exhibe en el Museo del Prado de Madrid. Zurbarán representa en el lienzo uno de los Doce trabajos de Hércules: su lucha contra la hidra de Lerna.
El rey Euristeo encargó a Hércules acabar con el monstruo creado por Hera y que tenía aterrorizada a la localidad de Lerna, a priori la destrucción de hidra –un animal monstruoso con siete cabezas y cuerpo de reptil- parecía imposible ya que al seccionarle una de sus cabezas le crecían dos nuevas. Para realizar este encargo Hércules pidió ayuda a su sobrino Iolao que aparece a la derecha de la composición sosteniendo la antorcha que utilizaron para quemar cada una de las cabezas que le iban cortando al monstruo. Zurbarán se mantiene fiel a las fuentes literarias en su composición de manera que Hércules aparece en el centro de la composición, semidesnudo y con el hacha en la mano. Su vestimenta tan solo se compone por la piel del león de Nemea al que ya había vencido en uno de los anteriores trabajos. A la izquierda el monstruoso animal se defiende en el interior de su guarida.
La luz es tenebrista, proyectada desde un foco exterior ilumina al héroe principal mientras que el resto de la composición queda en la penumbra. Especial mención merece el estudio anatómico que el artista representó en la figura de Hércules.
En este lienzo Zurbarán pretende rendir tributo a la monarquía española de los Austrias y más concretamente a la figura de Felipe IV estableciendo una analogía entre la figura de Hércules y la del monarca como el salvador del catolicismo frente a la amenaza protestante.