Escena en el hielo junto a una ciudad de Avercamp
Escena en el hielo junto a una ciudad de Avercamp
Al pintor Hendrick Avercamp (1585 – 1634) se le conocía en su momento como “El sordomudo de Kampen”. Obviamente por sus falta de oído y de habla, y por residir gran parte de su vida en esa pequeña ciudad holandesa, donde su padre ejercía de boticario.
Así que la inmensa mayoría de sus obras se ambientan en ese lugar, donde pintó escenas típicas de campo, de pescadores y también muchas de los duros inviernos, como la que vemos en este lienzo realizado hacia el año 1615. De hecho, esta temática del frío fue una de sus grandes especialidades, y pese a lo que pueda parecer no se trata de cuadros realizados al aire libre, sino que son composiciones recreadas en su estudio. Lo cual no impide que tenga un realismo más que destacable.
De hecho este peculiar subgénero de paisajes de invierno fue muy demandado en Europa del Norte, y fue algo que empezó en origen cuando se quería realizar todo un calendario. Sin embargo, la temática fue cobrando importancia y nos han llego obras muy interesantes como por ejemplo Cazadores en la nieve de Pieter Brueghel, el cual por cierto siempre fue un referente para la pintura de Avercamp.
Es curioso ver que en este cuadro, sin que se pueda identificar el lugar concreto donde se ubica, hay un sinfín de escenas e historias dentro del cuadro. Algunas muy del gusto nacionalista del momento, cuando parte de Holanda del Norte ya se había independizado de la Corona Española, y por eso se puede ver que ondea la bandera de ese nuevo territorio.
Otra escena es la de un anciano alejado del resto. Está sentado y sin duda es una personificación clásica del invierno, al igual que pueden tener un significado parecido algunas calaveras que hay de ganado.
El repertorio de personajes es de lo más variado. Muchos de ellos patinando sobre el hielo y otros parecen jugar a una especie de arcaico golf o hockey. Los hay de todas edades, tanto hombres como mujeres, así como se distinguen gentes de clase alta y otros más humildes, sobre todo pescadores. Pero en general, pese a la frialdad del clima, se respira un ambiente festivo y de libertad, como si siguieran festejando esa independencia tras la tregua de 1609 en la Guerra de Flandes.
Y es que hay que tener en cuenta que Avercamp realizaba estas obras para ponerlas a la venta. No lo hacía por encargo, sino que las tenía que vender a los ciudadanos, y por eso se destila este tono nacionalista. E incluso los especialistas dicen que su paleta se basa en los tonos de la bandera, o sea rojo anaranjado, blanco y azul.