Hope de Shepard Fairey
Frank Shepard Fairey (1970 – ) es un prestigioso diseñador gráfico de Estados Unidos con trabajos realizados para clientes que son grandes corporaciones. Pero al mismo tiempo es un artista urbano con una fuerte carga política y reivindicativa desde un punto de vista social. Tanto que hay llegado a firmar muchos de sus trabajos como OBEY, lo cual se puede traducir como “obecede” en alusión a pretensiones completamente distintas, ya que sus obras suelen ser una invitación a reflexionar como individuos sobre las situaciones que vivimos en las sociedades capitalistas, algunas francamente mejorables.
El hecho es que Shepard Fairey ha sabido desarrollar su carrera en esos dos ámbitos, el del diseño gráfico vinculado con la publicidad y las grandes empresas, y el campo del mensaje reivindicativo de su arte urbano que ha plasmado en grandes murales pero también en pequeñas pegatinas, camisetas o posters.
Pues de todo ello, seguramente la obra en la que ambas facetas se dan más estrechamente la mano, es en el retrato que hizo de Barrack Obama para su primera campaña presidencial para la elecciones de 2008. Una obra de la que hizo varias versiones, de las cuales la más carismática es la que hoy en día se guarda en la Galería Nacional de Retratos del Museo Smithsonian de Washington.
El retrato del político se puede analizar tanto como obra de arte como cartel publicitario, ya que se trata de una imagen muy bien trabajada, y en la que todo se encamina a transmitir el mensaje de este hombre representa esperanza, tal y como se lee en el palabra HOPE que hay abajo.
Está el rostro del futuro presidente, mirando hacia la lejanía que representa el futuro, el cual lo afronta con un gesto de seguridad y de invitación a que los ciudadanos (los votantes) le sigan. Es un mensaje positivo y de fuerza, muy pensado para el público norteamericano, ya que juega con los colores que de alguna forma recuerdan a la bandera estadounidense. Además de que por ejemplo el tono azul le ayuda a definir los rasgos de Obama y darle sensación de profundidad. Algo que sabe combinar con el beige, para restarle importancia a la raza. De manera que para evitar enfrentamientos, no se hace fuerza en que iba a ser el primer presidente de los Estados Unidos de raza negra.
Como imagen de campaña se convirtió en el principal referente de Obama, así que está claro que se tratad e una afiche de una enorme calidad gráfica y publicitaria. Pero también hay que destacar su valor artístico, ya que Shepard Fairey no renunció a sus grandes referentes estéticos para crear la obra. Referentes que sin duda se vincula a la tradición norteamericana del Pop Art e incluso los trabajos de cómic. Pero que también tiene mucha relación con el cartelismo ruso de la época comunista.