Jesús predicando de Rembrandt
Todos conocemos la faceta como pintor de Rembrandt, pero este artista del Barroco holandés también destacó como un importante grabador de la época. Y aquí tenemos una muestra de su trabajo, con este aguafuerte que hizo en el año 1652 y que nos presenta a Jesús predicando. Una imagen de Cristo predicando ante los pobres que el artista realizó en diferentes ocasiones.
Lo cierto es que cada personaje que aparece en la imagen es distinto, y el autor lo ha trabajado con detalle y de forma individualizada en su vestuario, de manera que casi vemos un muestrario de los ropajes que se vestían en la época, sobre todo en el Barrio Judío de Ámsterdam en el que tanta veces Rembrandt encontró inspiración para estos temas.
Pero también cada personaje está individualizado en cuanto a sus expresiones y rostro, ya que algunos miran la Mesías extasiados, otros reflexionan y algunos se escandalizan. Hasta hay niños que obviamente no hacen ningún caso a los asuntos de los adultos y se dedican a sus juegos.
El arte barroco de Rembrandt es distinto al de otro pintor barroco pero italiano: Caravaggio. De él admira el tratamiento de la luz y lo conoce gracias a las estampas que llegan hasta su país. Al igual que conoce a otros artistas transalpinos de época anteriores, como Rafael, del que incluso se dice que toma la posición de las manos de Jesús para este grabado inspirándose en sus frescos de La disputa del Santísimo Sacramento del Vaticano.
Pero Rembrandt no está tan preocupado por pintar la belleza como esos artistas italianos. Él busca más la verdad y la sinceridad en la representación. Eso no impide que sea capaz de pintar con una armonía plena.
Aquí la consigue con una composición de lo más equilibrada. Todos los personajes forman un círculo en torno a un eje central, que no es otro que la figura de Jesús. El cual está iluminado directamente por la luz cenital. Esa luz baña todo la piedra sobre la que se eleva Cristo y todavía hace que nos concentremos más en él, al igual que hacen el resto de personajes del aguafuerte.
Curiosamente están de pie las gentes que están a la izquierda y mientras que a la derecha los vemos sentados, pero esa diferencia de altura no llama la atención por la presencia de una puerta al fondo que abre la escena hacia el exterior. En fin, que Rembrandt van Rijn se comporta con un auténtico genio, y en una técnica como el grabado sabe jugar con la luz, o crear una composición aparentemente casual pero que es exquisita. Así como otros recursos técnicos que otros grabadores posteriores aprendieron de él a la hora de preparar con el buril las planchas de estampación de los aguafuertes.