La caída de los Gigantes, Bayeu
La caída de los gigantes o El Olimpo: batalla con los gigantes es una de las obras más conocidas del pintor español Francisco Bayeu (1734- 1795).
Bayeu nació en Zaragoza y desde muy joven comenzó a formarse como pintor de la mano de artistas como José Luzan y Antonio González. Ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando donde cosechó innumerables éxitos. Su fama en la academia le sirvió para conseguir importantes encargos como La cartuja del Aula Dei. Sin embargo uno de sus encargos más relevantes llegará de la mano de Mengs cuando éste le reclama en Madrid para participar en la decoración del Palacio Real. De este modo francisco Bayeu llegará a ser pintor de la corte en 1767 reinando Carlos III; título que le consagrará como una de las figuras artísticas claves del siglo XVIII. Con posterioridad también trabajará junto con su hermano, en la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara.
No obstante la figura de Francisco Bayeu ha sido eclipsada por uno de sus protegidos, Francisco de Goya; la presencia del pintor zaragozano en el panorama artístio hizo que Bayeu haya quedado relegado a un segundo plano.
La obra que aquí nos ocupa es un óleo sobre lienzo que Bayeu realizó como trabajo preparatorio para la decoración del techo del Palacio Real, concretamente el mural debía decorar la antecámara del cuarto destinado a los Príncipes de Asturias. El lienzo, que actualmente se encuentra en el Museo del Prado, data de 1764. El programa iconográfico fue aprobado por Antonio Rafael Mengs quien por aquel entonces dirigiría todos los trabajos de decoración de los sitios reales.El programa iconográfico del palacio real estaba destinado como no podía ser de otra manera, a ensalzar la monarquía española de hecho, el conjunto completo del programa fue diseñado por una de las figuras más relevantes de la ilustración española, Benedicto Martín Sarmiento.
Se trata de una escena mitológica, sacada de las metamorfosis de Ovidio y representa el ataque de los gigantes al monte Olimpo, guarida de los dioses helenísticos. En él aparece Júpiter junto con Marte, Atenea, Eolo, Saturno… además de Hércules y Tifón que dirige el ataque de los gigantes y aparece derrotado por uno de los rayos de Júpiter.
Pese a que Bayeu es una de las figuras más relevantes de neoclasicismo, su composición nos remite al barroquismo italian concretamente al desarrollado en la zona de Nápoles, con todo el sello de Mengs también se hace patente en el lienzo del artista otorgando a la obra un carácter más clasicista.
En la obra de Bayeu se observa un perfecto estudio anatómico de las personas recreado a partir de una complicada perspectiva: el pintor se ha decantado por representar la escena desde el punto de vista del espectador esto es desde abajo hacia a arriba, además un movimiento en espiral ascendente otorga un gran dinamismo a toda la composición.
Éste no será el único mural que pintó Bayeu para el Palacio Real así, también podemos encontrar otras obras del artista como por ejemplo la Apotesis de Hércules realizada en 1768 y que se encuentra ubicada en el salón de los espejos o la Providencia presidiendo las virtudes y facultades del hombre.