La Campana de Huesca, Casado del Alisal
La campana de Huesca también conocido como La leyenda del rey monje es uno de los lienzos más conocidos del pintor español José Casado del Alisal; sus obras le otorgarían grandes satisfacciones al artista que se convertirá en una de las figuras más destacadas del siglo XIX español. Casado del Alisal (1832 – 1886) comenzó su formación en la Escuela Municipal de Dibujo de su Palencia natal y posteriormente se incorporó a la Academia de Bellas de San Fernando de Madrid donde se puso a las órdenes de Federico Madrazo.
Fruto de una beca viajó a Italia donde mantuvo una excelente relación con otros artistas de la época como Dióscoro de la Puebla o el propio Gisbert. Su formación continuó en París pero sus lienzos siguieron triunfando en España; participó en varias Exposiciones Nacionales y obtuvo importantes premios. Precisamente en la Exposición Nacional de 1881 presentó su obra La Campana de Huesca con la que le fue concedida una mención honorífica y la Cruz de la Orden de Isabel la Católica. El artista trabajó en el lienzo entre 1878 y 1880, la obra representaba una famosa leyenda protagonizada por el monarca aragonés Ramiro II de Aragón.
Ramiro II heredó el trono de la Corona de Aragón cuando su hermano Alfonso II murió sin descendencia. Según narran las fuentes documentales, diversas revueltas se habían propagado por el reino ya que el monarca Alfonso II había decidido dejar el control de su reino a algunas órdenes militares y religiosas como el Temple o el Santo Sepulcro. Ramiro ignorando los mandatos de su difunto hermano y con el fin de acabar con estas subversiones convocó a los principales nobles del reino y al Obispo de Huesca con el fin de que asistieran a la presentación de una nueva campana que según el monarca se oiría en todo el reino. Al llegar, los nobles fueron ejecutados y sus cabezas se colgaron en una estancia subterránea formando un semicírculo que se asemejaba a una campana. En el centro del semicírculo, colgaba a modo de badajo la cabeza del Obispo.
Casado del Alisal representó a la perfección la Leyenda de la Campana de Huesca y mientras en la zona de la derecha cuelgan las cabezas inertes de los sublevados a la izquierda, por el hueco de la escalera, asoma el rey seguido de una corte de nobles que pueden observar con horror cuál sería su destino si continuasen con la rebelión. El lienzo presenta tal realismo que parece ser que el artista encargaba cadáveres a los hospitales con el fin de que le sirviesen de modelo para la que sería su obra cumbre.
Finalmente Casado del Alisal no consiguió la medalla de oro con la Campana de Huesca y para mostrar su disconformidad renunció al cargo que ostentaba como director de la Academia de Bellas en Roma. El lienzo fue adquirido por el estado español 1882 y en la actualidad se encuentra en la Sala Principal del Ayuntamiento de Huesca aunque pertenece a la colección del Museo del Prado.