Retrato del mariscal Mijail Kutuzov de Dawe
Esta gran obra (361 x 258) la realizó el pintor inglés Georges Dawe (1781 – 1829), quién pasó los últimos diez años de su vida en la ciudad rusa de San Petersburgo adonde fue invitado por el zar Alejandro I para pintar los retratos de todos los generales que lucharon contra Napoleón Bonaparte al que derrotaron, otorgando una victoria rusa memorable. Y entre ellos se encontraba Mijail Kutuzov, quién más tarde sería nombrado mariscal.
Y aunque ese fue el motivo inicial del viaje a Rusia, lo cierto es que a Dawe le fueron saliendo más encargos, por eso se quedó allí. Y también por eso hay muchas obras suyas en el Museo del Ermitage, y por supuesto ahí están todas las que le encargó el zar y este retrato del mariscal.
Como ya habían pasado varios años desde aquellas batallas contra Napoleón, lo cierto es que algunos de los generales que combatieron, ya habían muerto para entonces, como por ejemplo Kutuzov. Por eso necesitaba modelos que le proporcionarán la apariencia física de esos personajes, ya que eran cuadros que iba a ver su familia y gentes que los conocieron en vida y se tenían que parecer. Así que para lograr esos parecidos tuvo que recurrir a retratos que habían hecho de ellos otros pintores, y en el caso de este mariscal, únicamente se basó para su rostro en el retrato del natural que había hecho el pintor Volkov.
Nos presenta al militar de cuerpo entero, situado debajo de un abeto y sobre un fondo nevado, señalando supuestamente el lugar concreto donde se libró la batalla definitiva. Hasta aquí todos los elementos más oficialistas. Sin embargo, el artista es capaz no solo de realizar un encargo, sino que en él vuelca toda su maestría.
No obstante, su capacidad pictórica se nos muestra mucho más en otros de los retratos que hizo del natural como el de Alexander Ermolov, a quién vemos en un violento escorzo, casi, casi de espaldas. Un retrato tan delineado que casi nos parece un busto de bronce.
En definitiva, todos estos retratos oficiales que hizo Georges Dawe nos muestran el trabajo de un excelente pintor, que va más allá de lo oficial, y es capaz de plasmar todo su instinto de fino observador y psicólogo, logrando representar el carácter personal de los retratados. Por esa razón son más completas las obras que hizo del natural con personajes con los que charló en comparación con los retratos póstumos de esta colección.