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Retrato de José de Palafox de Goya

Publicado por A. Cerra

El General Palafox de Goya

Este cuadro de Francisco de Goya está considerado el tercero de la gran triada de obras dedicadas a la Guerra de la Independencia de España contra Francia. Un trío que estaría formado por los lienzos de La Carga de los Mamelucos, los Fusilamientos de la Moncloa y este retrato del General José de Palafox.

Todos ellos son cuadros realizados en el año 1814 y todos se encuentran en el Museo del Prado de Madrid.

En este caso, el representado es José de Palafox, originario como Goya de Zaragoza. Si bien el general pertenecía a una familia aristocrática y desde joven se formó para ser un alto oficial del ejército. Y una vez que estalló el conflicto bélico se declaró firme partidario del rey Carlos IV, y aunque en 1808 se le ordenó unirse al monarca en su exilio en Irún, no siguió las órdenes y regresó a su Zaragoza natal donde declaró él mismo la guerra a Napoleón, y trató de defender la ciudad durante meses haciendo frente al brutal acoso de los batallones galos.

Si bien al final se tuvo que rendir, y no solo eso, también acabó preso durante unos meses en Francia. Sin embargo, cuando terminó la guerra y volvió a gobernar Fernando VII, se le concedieron los máximos honores por los servicios prestados. De hecho, en 1814 se le nombró Capitán General y seguramente ese fue el motivo de que le encargara este cuadro a su paisano Goya. Aunque lo cierto es que se lo encargó, pero como no se lo pagó, el pintor no se lo dio. Así que Palafox no tuvo la obra en su poder hasta que no la pagó en 1831 a Javier de Goya, y es que para entonces el artista ya había fallecido.

Desde un punto de vista artístico, posiblemente sea el mejor retrato ecuestre de Goya, por encima de los que hizo a miembros de la familia real, como el propio Carlos IV o su esposa María Luisa de Parma. Y es que es una representación como mucho más natural e instantánea, dando la sensación de que lo ha pintado justo en ese momento en el que se dirige con toda su valentía hacia la batalla.

Sin duda, como fuente de inspiración Goya observó en la colección real las grandes obras de Velázquez, entre las que no faltan retratos ecuestres como los que hizo al rey Felipe IV o al príncipe Baltasar Carlos. Y esas fueron las grandes referencias a la hora de acometer este retrato de Palafox, si bien antes hizo un busto del general a modo de preparación del retrato a caballo definitivo.