Retrato de Félix de Azara de Goya
Este retrato del militar, ingeniero e importante naturalista español Félix de Azara (1742 – 1821), lo realizó Francisco de Goya en el año 1805 y en la actualidad forma parte de la colección de obras goyescas que atesora el Museo Camón Aznar de Zaragoza.
Cuando Goya retrató a Azara, este era brigadier de la Armada y participaba activamente en la Junta de Fortificación y Defensa de Indias. Por ello lo presenta como militar, pero al mismo tiempo nos lo muestra como un destacado científico, ya que no hay que olvidar que Félix de Azara estuvo durante más de 20 años en Sudamérica, principalmente en tierras de Uruguay y Paraguay, donde realizó importantes estudios de la flora y fauna local. Unos trabajos que le valieron el reconocimiento en los foros científicos españoles y europeos, e incluso hay estudiosos actuales que lo consideran uno de los antecedentes inmediatos para las posteriores teorías de la evolución de Charles Darwin.
Por todo ello, lo vemos en su gabinete, donde no solo hay libros en los estantes, sino que también hay aves y diversos mamíferos disecados. Ese ambiente es la excusa perfecta para que Goya haga un retrato repleto de color, donde llama la atención el vistoso uniforme, así como el rostro exquisitamente modelado de Félix de Azara. El cual se identifica así mismo por el papel que lleva en su mano derecha donde se lee su nombre, junto al del pintor y la fecha de 1805.
Si la figura del personaje en primer plano y de cuerpo entero domina el lienzo desde el primer vistazo, también es cierto que es muy interesante observar el fondo, donde se descubren unas pinceladas mucho más sueltas, abocetadas y con abundancias de colores, como corresponde a la representación de los animales disecados de origen tropical, aunque aún así todo está muy ordenado y jerarquizado visualmente en la escena, de manera que no le quitan protagonismo al militar y científico.
Es decir, es un decorado que lo que hace es aportarnos más información sobre el personaje, al igual que ocurre con los tres libros que se observan sobre la mesa, que se corresponden con sus propios estudios científicos. Así como ahí también se ve un bicornio que nos habla de su faceta de militar, e incluso lleva el bastón de mando, y es que no hay que olvidar que cuando lo pintó Goya, Félix de Azara había pedido retirarse, e incluso había rechazado el cargo de Virrey en México para vivir mucho más tranquilo en su tierra natal, Huesca en Aragón, la misma región de donde casualmente también era originario Francisco de Goya.