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La Natividad de Giorgio Vasari

Publicado por A. Cerra

Natividad de Giorgio Vasari

Giorgio Vasari (1511 – 1574) ha pasado a la Historia del Arte precisamente por ser uno de los primeros historiadores de esta materia, al escribir su famoso compendio de Vidas de artistas en el que recogía las biografías de pintores y escultores que él mismo había conocido en la Italia del Renacimiento y el Manierismo. Sin embargo, su labor creativa fue más allá, ya que trabajó tanto de arquitecto como de pintor.

En el primer campo, por ejemplo creó el célebre Corredor Vasariano que discurre por la parte alta del Ponte Vecchio de Florencia y que hoy acoge parte de la colección de arte de la Galería Uffizi. Mientras que como pintor realizó diversas obras como por ejemplo La fragua de Vulcano o varias tablas representando La Natividad, como esta que presentamos hoy y que se encuentra en la Galleria Borghese de Roma.

Esta obra ya fue muy alabada en su tiempo, y lo fue precisamente por la innovadora luminosidad nocturna que baña la escena. El propio Vasari se convirtió en su autobiógrafo, y en ese escrito nombra una natividad de noche, pero lo cierto es que se sabe que realizó dos. Una primera en 1546 para el cardenal Salviati y otra posterior pintada para Pier Antonio Bandini en 1553, y los historiadores actuales no se ponen de acuerdo a la hora de decidir a cual se refiere.

No obstante, para los ojos del espectador actual, la pintura de Vasari resulta demasiado artificiosa y no ha resistido demasiado bien el paso del tiempo y la evolución del gusto. Se trata de un pintor de estilo manierista, ya que siempre se declaró fiel seguido de la “maniera” de pintar de Miguel Ángel. Aunque lo cierto es que se formó con otros artistas como Luca Signorelli o Andrea del Sarto. Además de que estudió mucho a Rafael.

Si bien, aunque es innegable su habilidad con los pinceles. La verdad es que no es artista de primerísima fila. Tal vez fuera mucho menos conocida sin su obra arquitectónica, y sobre todo sin su legado literario. Y es que sus escritos siguen siendo de gran atractivo incluso en la actualidad.

Escribió en 1550 una primera versión de Vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos. Y esta la amplió de forma considerable en la versión definitiva de 1568. En ella no solo relata las biografías y episodios concretos de la historia de otros creadores, sino que además emite juicios de valor sobre las obras de algunos de sus contemporáneos y otros artistas del pasado. Muchos de ellos juicios bastante acertados y vigentes, si bien otros son propios de su época, como por ejemplo su calificación de arte decadente al hablar de todas las creaciones del Medievo.