Las espigadoras, Millet
Las espigadoras es una obra pictórica realizada por el artista francés Jean François Millet (1814 – 1875) en 1857 y que hoy se conserva en el Museo de Orsay, Paris. Millet fue una de las figuras más destacadas de la pintura francesa dentro de la corriente realista y uno de los primeros pintores en formar parte de la escuela de Barbizon; ésta englobaba un nutrido grupo de artistas que, como rechazo a las formas pictóricas y sociales de la época, dejaron la capital francesa para instalarse en el pequeño pueblo de Barbizon cercano al bosque de Fontaineblau y basar su pintura en aspectos más naturales.
Millet nació en la zona de la Normandía en una humilde familia de campesinos que lo apoyó de inmediato en su carrera artística, su padre le envió a estudiar con un pintor local que había sido discípulo de Jaques Louis David y después resultó becado para trasladarse a Paris donde entró a formar parte del estudio de Delaroche. Paulatinamente el pintor se fue haciendo un pequeño sitio en los círculos artísticos y sus obras fueron expuestas en los salones oficiales. En torno a la década de los cincuenta se traslada a vivir a Barbizon pero su personalidad, tanto artística como personal, hizo que el artista nunca formara por completo parte de la escuela que surgió en la localidad.
En las espigadoras el artista representa la antiquísima tradición del espigueo; tema que fue tratado por el pintor en numerosas ocasiones, de hecho se pueden observar otras versiones con el mismo tema en formato vertical o en técnicas tan distintas como el aguafuerte. El espigueo era el ancestral derecho otorgado a mujeres y niños pobres a recoger las espigas de trigo que quedaban tras la cosecha. Con la obra no sólo representa el paisaje de Barbizon y la vida rural, también supone una denuncia de las pésimas condiciones de vida en las que se encontraban los campesinos. Además este tema tiene una fuerte connotación religiosa en tornos a los pasajes del Antiguo Testamento de la recogida del maná.
La obra fue expuesta en el Salón del cincuenta y siete pero no llegó a agradar del todo al público que se mostró más hostil que indiferente ante la producción del artista.
La obra representa tres campesinas que recogen el grano sobrante, sus ropajes hacen referencia a su humilde posición social y su postura, aparecen inclinadas hacia la tierra en un potente escorzo, a la dureza de su trabajo. Son mujeres con la piel curtida por sus duras condiciones de vida, alejadas de la delicadeza y finura de las mujeres parisinas que el artista representó en sus primeros años de formación. Su rostro aparece casi oculto ya que no pretende ser un retrato de un personaje concreto sino el reflejo de un colectivo. Las tres mujeres del primer plano quedan envueltas en un ambiente oscuro y ensombrecido que contrasta con la claridad del fondo hacia donde nos trasporta la potente perspectiva de la obra. En esta zona el artista ha representado una imponente granja con una gran cosecha, las montañas de trigo asoman en distintos montículos y se contraponen con los pequeñísimos ramilletes de trigo que las espigadoras llevan en su mano, así Millet representa y denuncia una vez a través de su obra más la dicotomía entre las clases sociales.