Libro de Kells
El libro de Kells o Evangeliario de Santa Columba se trata de un manuscrito iluminado que fue realizado en la región irlandesa de Kells. Este evangeliario es una de las obras más famosas de la miniatura irlando-sajona pese a no estar completamente terminado. El libro de Kells se ha englobado junto con otros libros miniados como el de Durrow, Armagh, Lindisfarne… dentro de una amplia producción monástica llevada a cabo a finales del S.VIII y principios del IX sin embargo la belleza y el trazo seguro en su producción, parecen constatar que ésta es una de las obras de mayor calidad.
Fue escrito en lengua latina por los monjes de la abadía de Kells y contiene las escrituras del Nuevo Testamento junto con numerosas ilustraciones, introducciones a los textos y anotaciones explicativas. La obra sigue los Testamentos de los evangelistas Mateo, Marcos y Lucas mientras que el Evangelio de San Juan aparece incompleto, además resulta importante señalar que este evangeliario no se ciñe completamente a los escritos de la Vulgata sino que también incorpora contenidos bíblicos anteriores a la traducción latina de San Jerónimo como las tablas de Eusebio Cesarea.
Sobre su autoría poco es conocido, durante un tiempo pareció posible que en él interviniera la figura del santo Columba de Iona (un monje especialmente conocido por su labor cristiana dentro del territorio escocés) no obstante la perfección de las ilustraciones en el Libro de Kells y la estética de las mismas, nos remiten a una época posterior a la muerte de Columba. Sí que se ha podido constatar la existencia de tres manos diferentes en el libro que se corresponderían con los monjes escribanos que intervinieron en su producción.
El libro, siguiendo los parámetros de la estética sajona, fue realizado en letras mayúsculas exceptuando las letras C y S, fue realizado sobre pergamino y sus casi 350 hojas son escritas en tinta de diferentes colores (rojo, negro, amarillo…) sin embargo supera en la ilustración a las obras realizadas hasta el momento. En la iluminación destacan las páginas dedicadas exclusivamente a la miniatura con representaciones de la Virgen y el Niño, el Tetramorfos, la tentación de Jesús, la detención de Cristo… Además de estas páginas son reseñables otras trece en las que se combinan las ilustraciones con un pequeño texto y las numerosísimas miniaturas que acompañan a los pasajes o las letras capitales, todas ellas de gran calidad.
La influencia de la cultura celta se hace patente en los entrelazos y motivos decorativos de Kells. La iluminación de las letras iniciales se hace sumamente complicada a base de lazos y entrelazos que en numerosas ocasiones se acompañan de motivos vegetales, animales o humanos.
La calidad del Libro es indiscutible en el uso de una gran gama cromática conseguida con multitud de pigmentos que van desde el ocre al costosísimo lapislázuli pasando por negros, marrones, violetas… la importancia de los pigmentos adquiere mayor consideración si tenemos en cuenta que en libros semejantes como el Libro de Durrow tan solo se usaron cuatro colores para iluminar toda la obra.
Las grandes dimensiones del libro nos remiten a su función litúrgica, utilizado para leer los Evangelios durante la eucaristía por el sacerdote. Hoy el Libro de Kells es conservado en la biblioteca irlandesa del Trinity College, Dublín.