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Libro de las Muy Ricas Horas del Duque de Berry

Publicado por A. Cerra

Ilustraciónd de una de las páginas del Libro de las Muy Ricas Horas del duque de Berry

Esta obra ilustrada se conserva en el museo Condé de Chantilly, un impresionante palacio situado al norte de París, concretamente a unos sesenta kilómetros de la capital francesa.

Sus autores fueron los hermanos Limbourg, cuyos nombres eran Paul, Jean y Herman, de origen alemán, pero que emigraron a tierras francesas siendo niños, cuando acompañaron a su padre que era escultor que acudió al ducado de Borgoña para realizar algún encargo. Allí trabajaron al servicio del Duque de Borgoña, Felipe el Atrevido, miembro de la dinastía francesa de Valois. Y a la muerte de este duque en 1404, pasaron a formar parte de los artistas del séquito de su hermano, el duque de Berry. Para él trabajaron hasta el año 1416, cuando los tres hermanos Limbourg fallecieron a causa de una epidemia, de esas tan habituales en la Edad Media.

Es decir, este magnífico libro lo realizaron entre los años 1405 y 1416, sin que se conozca la fecha exacta de su realización. Aunque es seguro que les llevaría mucho tiempo elaborarlo dado el gran volumen de la obra. De hecho, incluso se especula con que ellos no lo llegaron a concluir, y que fue tras la muerte de los hermanos Limbourg cuando lo acabó el ilustrador Jean Colombe.

En realidad se trata de tres series de horas (oraciones y salmos). Las primeras dedicadas a la Virgen, las segundas a la Cruz y las últimas a los episodios de la Pasión. Todo el conjunto está considerado como la obra cumbre del estilo Gótico Internacional.

Sus características están a medio camino entre la emergente pintura renacentista italiana de la que toma el carácter monumental y el tono íntimo tradicional de la pintura flamenca.

Las escenas muestran temas religiosos pero también imágenes del día a día de comienzos del siglo XV. Así pues se pueden ver escenas de campesinos y también de ambientes aristocráticos, donde por supuesto aparece retratado su benefactor, el duque de Berry y sus propiedades como los castillos, por lo que además de un objeto artístico se convierte en un importante documento histórico para conocer la cotidianeidad y las formas de vida de esa época.

Al tratarse de una obra que tardó tanto tiempo en realizarse y que además es un libro en el que cada hoja se fue dibujando en su momento, se puede apreciar la evolución estilística que fueron llevando a cabo los hermanos, de los cuales el jefe de taller era Paul. Esa evolución se manifiesta en un cada vez mayor realismo y detallismo, tanto que se piensa que para muchos de los minuciosos detalles tuvieron que usar lentes de aumento a la hora de pintarlos.

No fue esta la única obra de los hermanos Limbourg. Su habilidad para la ilustración y la miniatura también se puede admirar en la Biblia bella y notable que realizaron para Felipe el Atrevido, así como otro Libro de Horas, las Belles Heures que realizaron para el mismo duque de Borgoña. Y además dibujaron otras miniaturas repartidas en diferentes obras colectivas como en las Trés Belles Heures de Nôtre Dame de Bruselas.