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Los desposorios de la Virgen, Maestro de Flemalle

Publicado por Laura Prieto Fernández

Los Desposorios de la Virgen es una de las obras más conocidas y valoradas de Robert Campin, más conocido con el sobrenombre del Maestro de Flemalle.

Pese a que Campin (1375 – 1444) está considerado como una de las grandes figuras de la pintura flamenca, no son muchos los datos que se tienen acerca de su biografía o de su producción artística. De hecho, los historiadores del arte no dudan en situar al Maestro de Flemalle como uno de los precursores de la pintura flamenca que floreció en el norte de Europa a lo largo del siglo XV. Parece ser que el artista fue el re-descubridor de la técnica del óleo, la cual le permitía incorporar mayor realismo y detallismo a sus composiciones.

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En torno al año 1425 el artista realizaría la famosa tabla de los desposorios de la Virgen; en torno a 1584 la pieza ya formaba parte de la colección de Felipe II y posteriormente (en torno a 1839) la pieza pasó a la colección del Museo del Prado donde se encuentra en la actualidad. Fue realizada en óleo sobre tabla de roble procedente del norte de Europa y en ella el artista ha incorporado diversas escenas: la parte frontal se encuentra divida en dos zonas diferentes, a la izquierda la escena de la vara florecida de San José y a la derecha, los desposorios de la Virgen. Además en el reverso se han representado dos grisallas con las imágenes de Santa Clara de Asís y de Santiago el Mayor; ambos están cobijado en sendos nichos y dispuestos sobre pedestales. La presencia de las figuras en grisalla, sobre todo en los paneles de los laterales de los trípticos, es una de las características que los primitivos flamencos heredarán del Maestro de Flemalle.

La vara florecida es un episodio extraído de los Evangelios Apócrifos en donde se narra cómo ocurrió la elección de esposo cuando San José acudió a la llamada del Sumo Sacerdote para congregar a todos los pretendientes de María. La vara de almendro que el futuro padre de Cristo portaba floreció dentro del templo, lo que se entendió como un designio divino que señalaba a San José como el futuro esposo de María. La escena se desarrolla en el interior de un edificio circular de estilo románico que representaría la tradición. Por su parte, la escena de los desposorios se lleva a cabo en el pórtico exterior de un edificio gótico, que representaría la modernidad de la época del Maestro de Flemalle pero también la renovación de la fe cristiana con la llegada de Jesucristo.

El autor prolija su maestría en el detallismo que utiliza en las composiciones arquitectónicas; las composiciones arquitectónicas se han cuidado hasta el último detalle y éste será otro de las herencias que Campin deje en las nuevas generaciones de flamencos como Va Eyck o Van der Weyden; éstos además combinarán el detallismo con una potente simbología que se esconde tras objetos cotidianos. Robert Campin fue una de las figuras artísticas más representativas de la pintura de finales de gótico y su estilo causará una profunda huella en los artistas posteriores.