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Los Nenúfares, Monet

Publicado por Laura Prieto Fernández

Los nenúfares son una serie de obras realizadas en óleo sobre lienzo por el artista francés Claude Monet (1840 – 1926). Monet fue uno de los maestros del impresionismo francés junto con artistas tan importante como Renoir o Degas. Comenzó su carrera artística como caricaturista y en sus primeros años trabajó en un estilo muy realista; en la década de los sesenta su estilo desembocó hacia los postulados impresionistas y en 1874 expuso en el Salón de los Rechazados su famosa obra Impresión, sol naciente que dio nombre al movimiento.

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A partir de la década de los noventa Monet trasladó sus preocupaciones artísticas por la luz a distintas obras de arte con sus series, en ellas el pintor impresionista repetía un mismo motivo pintado bajo iluminaciones diversas; a este respecto se corresponden las series de La Catedral de Roen, La Estación de San Lázaro o Los Nenúfares.

Monet realizó la serie de los Nenúfares basándose en los nenúfares que crecían en su propio estanque de su casa de Giverny donde vivió a partir de la década de los ochenta y hasta el momento de su muerte; el artista mandó construir en su casa un puente de estilo japonés donde crecían estas flores. Sus cuidados eran tan especiales que hubo que aumentar la temperatura del agua del estanque y construir presas provocando la indignación de los habitantes de la localidad de Giverny.

Monet realizó las pinturas en paneles alargados de 220 cm de alto y 600 cm de ancho, éste era el mismo formato que el utilizado por los publicistas para los carteles publicitarios. La idea del artista era colocar los paneles en una estancia circular de modo que el espectador pudiera observar la evolución de estas preciosas plantas acuáticas en diversos momentos del día y sobre todo los cambios producidos por el paso de las estaciones.

En los últimos años de su vida Monet pintó casi doscientos cuadros de este tema a pesar de estar casi ciego debido a las cataratas. Las plantas, los reflejos en el agua de los sauces y el agua en sí, son los únicos temas que en aquel momento interesaban realmente al artista. Los nenúfares son en realidad composiciones a base de manchas de color, el dibujo ha sido casi olvidado por completo y la forma apenas tiene ya importancia.

La composición resulta tan libre que sus obras son cercanas a la abstracción, Los nenúfares serán la obra que inspire las composiciones de Cezanne y las formas de los artistas cubistas como Braque o Picasso.

Los reflejos de la luz producen cambios en la percepción de los colores. La obsesión de los artistas impresionistas por la pintura plain air -al aire libre-, le llevó a representar todo tipo de luces naturales, a demás es el medio lumínico quien establece la profundidad en la composición de las obras.

Hoy ocho de los nenúfares del artista impresionista están colgados en salas ovaladas dentro del Museo de Orangerie de las Tullerias de Paris y unos veinte fueron donados por el mismísimo Monet al Estado francés.