Papiro de Hunefer
El papiro de Hunefer es uno de los más conocidos y afamados Libros de Muertos que han llegado hasta nuestros días; esta espectacular pieza, que en la actualidad se conservan en el British Museum de Londres, dataría de entorno al año 1275 a.C. y es una inestimable fuente de información acerca de las creencias y costumbres desarrolladas en el Antiguo Egipto con relación a los enterramientos y sus creencias religiosas en la vida de ultratumba. Los conocidos como Libros de los Muertos son grandes rollos de pergamino que se han hallado en el interior de sarcófagos o enterramientos con inscripciones, salmos, himnos, oraciones, ilustraciones etc. acerca de la creencia en la vida después de la muerte.
Sin lugar a dudas la creencia en una vida posterior ha estado presente en todas las culturas desde los orígenes de la humanidad, pero en Egipto resulta aún más destacable ya que toda su cultura y sociedad se vertebra en tono a esta creencia. En el papiro de Hunefer se representa con una magnífica calidad la escena más importante del tránsito hacia la nueva vida, el Juicio de Osiris que se corresponde con el pasaje 125 del Libro de los Muertos.
En este trance el difunto es juzgado por un riguroso tribunal con el fin de acreditar que es digno de una apacible vida eterna. Según las fuentes documentales, el difunto sometido a juicio parece ser un escriba del faraón Seti I, durante este periodo los escribas eran unos de los burócratas más destacados al recibir una esmerada educación y trabajar bajo las órdenes directas del faraón.
La imagen que aquí nos ocupa debe ser interpretada desde la zona de la izquierda: en el registro inferior encontramos Hunefer junto con Anibis, el dios con cabeza de chacal que lo dirige hacia el juicio portando la famosa llave de la vida. A continuación se representa el psicostasis, una ceremonia en la que se pesaba el corazón del difunto con sus buenas obras; si Hunefer no superaba el juicio sería devorado por la diosa Ammit representada como un híbrido entre león, hipopótamo y cocodrilo de manera que Hunefer desaparecería para siempre. En el registro superior encontramos al difunto ante los catorce jueces que debían interceder por él en el juicio con el fin de ganarse su beneplácito.
Tras el juicio el difunto es guiado por el dios Horus –con cabeza de halcón- hasta Osiris el dios del Más Allá que aparece sedente en un trono y cuya piel se ha representado en un llamativo color verdoso. Osiris era una de las divinidades más importantes en Egipto y así lo demuestra al portar los símbolos del Alto y el Bajo Egipto, un dios reinante en todo el territorio. Tras la figura del dios encontramos la representación de dos figuras femeninas, las divinas Ururty. Según muestra la representación Hunefer ha superado con éxito el juicio de Osiris de manera que ahora su espíritu podrá encontrarse con su cuerpo momificado y vivir eternamente en el Campo de Aaru.