Piedad de Delacroix según Van Gogh
Son muchos los años de diferencia que pasaron desde las obras pintadas por Delacroix y las de Vicenta Van Gogh, sin embargo en ambas obras encontramos ecos comunes puesto que los dos artistas fueron grandes pintores de su tiempo, quizás unos de los mejores, que supieron crear un estilo único y personal que reproducir en sus lienzos. Por otro lado ambos artistas nos dejaron por escrito sus inquietudes personales y artísticas, Delacroix en los escritos de su diario y Van Gogh en la correspondencia que mantenía con su hermano Theo. 
Delacroix (1798 – 1863) revolucionó el mundo neoclásico de la pintura con sus composiciones casi teatrales de gran movimiento y colorido mientras que Van Gogh (1853 – 1890) supo otorgar a sus cuadros una personalidad única con pequeñas pinceladas que cargaba de empaste colorista. Como revolucionarios de su tiempo no parece extraño que Van Gogh se fijase en cierto momento de su vida en la obra de Delacroix para recrear con sus propios pinceles una escena que se basaba en una tela ya pintada por el pintor romántico.
A estas alturas todos conocemos la inestabilidad psicológica que reinaba en la vida de Van Gogh, el artista era un hombre complejo con graves problemas emocionales que a menudo le hacían estallar en fuertes arrebatos de ira, la obra que aquí analizamos, La Piedad, fue creada tras uno de esos episodios emocionales, quizás el grave que tuvo a lo largo de su vida y que le llevó a amputarse parte de su propia oreja.
Por aquel entonces Van Gogh y Gauguin habían planeado llevar a cabo una comuna de artistas en Arles, pintores cansados del bullicioso París que buscaban en el campo una nueva inspiración pero con lo que Gauguin no contaba, era con los arrebatos del artistas neerlandés que hicieron insoportable la convivencia y después de que éste se rebanase el lóbulo de la oreja Gauguin decidió abandonar Arles en busca de tranquilidad. Van Gogh por su parte ingresó en un sanatorio psiquiátrico y fue precisamente ante la imposibilidad de salir al campo y a causa de su grave situación psiquiátrica de la que él mismo era consciente, que decidió buscar inspiración entre los clásicos reproduciendo su propia versión de una Piedad que había pintado Delacroix años atrás. 
Van Gogh que siempre había sido un hombre religioso, durante algún tiempo sopesó la idea de seguir los pasos de su padre que era pastor calvinista, no realizó muchas pinturas de temática religiosa, ésta es en realidad la única piedad que conservamos de sus pinceles. El artista postimpresionista ha seguido la misma composición que Delacroix pero sin embargo, podemos apreciar su toque personal en la pincelada rápida aplicada con precisión que otorga al cuadro un gran dinamismo así como en el colorido casi surrealista del lienzo.