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Representaciones de María Magdalena, evolución en la pintura de El Greco (I parte)

Publicado por Laura Prieto Fernández

Durante el periodo de la Reforma la iglesia católica pasó uno de los momentos más difíciles, como respuesta ante la separación del sector reformista la cúpula eclesiástica puso en marcha la Contrarreforma, un sistema que abogaba por la piedad, la contrición y el retorno a los valores tradicionales. En este contexto y durante este periodo las artes se pusieron al servicio de uno u otro bando, y de esta manera se impusieron algunos iconos que encajasen perfectamente con los valores contrarreformistas; así María Penitente se convertiría en uno de los mejores símbolos para plasmar estos viejos valores, un símbolo del pecador arrepentido que vuelve a abrazar la fe católica.

Quizás por todo ello, el Greco escogiera la figura de María Penitente como la temática de sus primeras obras presentadas en España; el artista lograba trasmitir a través de sus lienzos la piedad y el arrepentimiento que necesitaba la Contrarreforma, por ello se convirtió en uno de los pintores preferidos de la Iglesia aunque si bien es cierto que algunas de sus pinturas – como el lienzo de San Mauricio y la legión tebana que presentó al Monasterio del Escorial- no estuvieron exentas de polémica.

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Domenikos Theotokopoulos, más conocido con el sobrenombre de El Greco (1541 – 1614) es uno de los artistas más destacados del manierismo español. Su estilo personal y su estilo único hace que sus pinturas resulten inconfundibles y que durante en vida cosechara un enorme éxito. Nacido en Creta el artista se formó en la tradición bizantina trabajando durante muchos años como dorador de iconos; posteriormente viajó hasta Italia donde estudió la pintura de los grandes maestros renacentistas tanto en Venecia como en Roma. Es precisamente la herencia de los pintores venecianos la que más influirá en el cromatismo de su pintura y que le proporcionará grandes éxitos. A su llegada a España el artista pronto se convirtió en una de las figuras pictóricas más notables de su tiempo, los múltiples encargos del clero le consolidaron como uno de los pintores más refutados de su tiempo por lo que sus servicios también fueron demandados por la nobleza española.

Con todo ello podemos explicar la presencia de algunas figuras icónicas que se repiten en los cuadros del artista como por ejemplo la figura de María Penitente o María Magdalena, la pecadora arrepentida. La Magdalena penitente había sido uno de los temas más consolidados en la estética cristiana desde la Edad Media; la idea de mujer arrepentida por sus pecados hace que a menudo los pecados de ésta hayan adquirido cierta connotación sexual que permitía a los artista ciertas licencias a la hora de representar el cuerpo femenino, licencias que tan sólo habían sido posibles en la representación de la primera mujer pero no en el contexto del Nuevo Testamento ni del santoral.

Aquí analizaremos al menos cuadro lienzos diferentes que el artista pintó durante su primera época en España con la temática de la Magdalena y que nos servirán para analizar la evolución de su pintura.