Retrato de Alexander Mornauer
La fuerza de este retrato del siglo XV que guarda la National Gallery de Londres es tal que como se desconoce quien fue el autor, se le ha denominado Maestro del Retrato Mornauer para diferenciarlo de otros muchos artistas anónimos y para poder atribuirle otras obras con características similares.
El retratado es obviamente Alexander Mornauer, un funcionario alemán del ayuntamiento de Landshut en la región de Baviera, unos datos que podemos saber por la información escrita de la carta que lleva el personaje en la mano.
Curiosamente, la obra había sido muy transformada a lo largo de los años, cambiándole el fondo, el sombrero y evitando que se pudiera leer la nota identificativa. Por eso durante los siglos XVIII y XIX se creía que era un retrato del protestante Martín Lutero que habría realizado Hans Holbein. De alguna forma, la obra había sido adaptada a los gustos británicos del momento. Sin embargo, cuando el cuadro llegó a la National Gallery londinense la analizaron los expertos a conciencia y comenzaron a ver cosas extrañas.
Por ejemplo el fondo de color azul de Prusia, el cual era un pigmento sintético que no se creó hasta el siglo XVIII, por lo tanto era imposible que apareciera en una pintura del siglo XV, cuando está datada la obra tanto por su estilo como por los atuendos del retratado. Fue así como se eliminaron elementos para devolverle su aspecto original.
Y el resultado es espectacular. Es un retrato en primerísimo plano y con una frontalidad rotunda. Algo que siempre es arriesgado a la hora de representar una efigie. Pero la sabiduría del artista le hizo descentrar un poco la cabeza y girarla muy sutilmente respecto al centro del cuerpo. Eso por sí solo ya rompe la desazón de encontrarnos de bruces con el personaje, pero además supo generar con la luz un movimiento. Ya que la iluminación entra por la izquierda, como si hubiera ahí un ventana, capaz de dejar entra la luz que genera la sombra de la cabeza sobre la pared e incluso del marco del cuadro en todo el lateral izquierdo.
En definitiva estamos ante una obra maestra que se realizaría entre los años 1470 y 1480, periodo en el que el llamado Maestro del Retrato Mornauer también pudo hacer otras obras que se le atribuyen a él, todas ellas retratos, como el que le haría al Archiduque Segismundo del Tirol, realizado precisamente en la misma ciudad de Landshut a la que alude la carta legible en el que cuadro que hoy nos ocupa: “Al honorable y prudente Alexander Mornauer, escribano de Landshut, mi mecenas”