Retrato de León X, Rafael
El retrato de León X con dos cardenales fue realizado por el artista renacentista Rafael de Sanzio (1483- 1520) en óleo sobre madera. La obra data de 1518-1519. Fue el propio León X quién le encargó al artista la realización de la obra, de hecho Rafael fue el continuador de Bramante en la construcción de la Basílica de San Pedro y su relación con el papa era excelente, juntos también luchaban contra las tesis protestante que Lutero proclamaba en su Reforma.
Si bien la temática no es novedosa, el hecho de representar un retrato papal como un retrato colectivo sí lo es, así Rafael será el primero en realizar esta variación introduciendo dos acompañantes junto al papa. Posteriormente otros artistas seguirán esta misma tendencia, muestra de ello es la obra de Tiziano “Pablo III y sus sobrinos.”
Así Rafael representa al papa León X junto con el también futuro papa Clemente VII, en estos momentos cardenal Giulio de Médicis, y el cardenal Lorenzo Rossi. Algunos estudiosos valoran la idea de que Rafael tan sólo pintara la figura del papa y los cardenales fueran añadidos posteriores de la mano del artista Giulio Romano, sin embargo esta opción parece poco plausible y es más probable que la presencia de los cardenales se explique como guardianes del santo pontífice debido al ataque del cardenal Petrucci que éste sufrió por aquellas fechas.
El retrato renacentista se centra en la figura de León X, aparece ataviado con galantes ropajes rojos y blancos como corresponde a su cargo de obispo de San Pedro, la calidad táctil de los materiales ha sido recreada con gran maestría, destacando sobre todo la casulla papal. El papa aparece sedente al lado de una mesa en posición diagonal que nos trasmite gran profundidad, en su silla aparece la bola de ábaco símbolo de la familia Medicis. Sobre la mesa un grueso códice que parece estar estudiando y la campanilla ricamente labrada para llamar al servicio. En su mano aún sostiene la lupa con la que ha estado leyendo el libro. Su rostro se muestra sereno e impenetrable, con la mirada ruda y distante concentrado en su tarea.
Los cardenales también muestran una actitud seria, especial mención merece el rostro de Rossi trabajado con un exquisito claroscuro que anticipa las formas caravaggiescas en este artistas del renacimiento italiano.
El fondo es una estancia de corte renacentista que queda en penumbra y tan solo vislumbramos la moldura de la zona superior. El protagonismo se centra en la figura del Sumo Pontífice quien recibe una potente luz dorada que se difumina y oscurece a medida que nos alejamos de él.
La unidad cromática de rojos y blancos está perfectamente recreada en la obra de Rafael. La gama cromática que se multiplica en diversas tonalidades actúa en armonía con las formas simples y serenas de la composición resaltando el ambiente erudito y elegante de la corte papal.
Hoy El retrato de León X y dos cardenales se conserva en la Galería de los Uffizzi de Florencia, Italia.