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Tríptico de la Virgen y el Niño con los arcángeles del Perugino

Publicado por A. Cerra

Tríptico de la Virgen y el Niño con los arcángeles de Perugino

Este tríptico lo pintó Perugino (h. 1452 – 1523), o sea, Pietro Vanucci de Perugia, a finales de la década de 1490 cuando estaba en su momento de máximo esplendor y prestigio. Fue parte de un importante encargo para la Cartuja de Pavía, la abadía que contaba con el apoyo y la protección del poderoso duque de Milán.

En origen el tríptico forma parte de una obra más amplia, todo un retablo compuesto por seis zonas diferentes. Estaban también en el área superior la imagen de Dios Padre flanqueado por la Virgen de la Anunciación y por el arcángel San Gabriel. Pero hoy en día en la National Gallery de Londres sólo están los tres paneles de la parte de abajo en los que vemos a la Virgen y el Niño con un ángel en el centro, mientras que a los lados están la figura del arcángel San Miguel y el arcángel San Rafael con Tobías.

En el caso de San Miguel lo vemos en una actitud combativa, lo cual hace mención a su papel como jefe militar de los cielos que es capaz de enfrentarse al demonio. De hecho va ataviado con una armadura metálica fielmente representada a cómo serían este tipo de protecciones en los últimos años del siglo XVI, por lo que tiene cierto carácter documental la obra. Si bien es mucho más su valor artístico, ya que vemos un Perugino pleno dominador de la técnica del óleo, porque es capaz de explayarse en los brillos y reflejos que provoca esa armadura. Por cierto, tanto esta tabla como las otras dos inferiores están recortadas, y seguro que San Miguel tenía a sus pies una imagen del diablo vencido.

En el caso del arcángel de San Rafael, el pintor está inspirándose en los Evangelios Apócrifos. Ahí se cuenta que Rafael obligó al joven Tobías a realizar una especie de rito que consistía en sacarle las vísceras a un pez, gracias a lo cual sanaría la ceguera del viejo padre del muchacho. Eso precisamente cuenta la escena, ya que se ve el pez y la caja con sus vísceras, así como completaría el cuadro en la parte de abajo que ha sido recortado.

Y en cuanto a la parte central con la Virgen y el Niño acompañados de los angelotes es típico del arte de Perugino. Un artista especializado en una atmósfera dulce y angelical, absolutamente idealizado. Un tipo de pintura que realizó durante toda su vida, sin evolucionar demasiado, algo que le acabó alejando del público que prefería el arte más moderno de pintores de la generación posterior como Miguel Ángel o Rafael.