Vaso cerámico de Exekias
Las dos formas de conocer el arte pictórico de la Grecia clásica son estudiar los relatos y descripciones de las obras que hacen los escritores de la época. Y por otra parte nos podemos hacer una idea de las pinturas en la Grecia Antigua gracias a las cerámicas decoradas que han llegado hasta nuestros días, como es el caso de este vaso cerámico con una escena de Ajax y Aquiles jugando a los dados. Una valiosa vasija que forma parte de las colecciones de los Museos Vaticanos en Roma.
Por fortuna, nos han llegado bastantes ejemplos de este tipo de obras, y pese a ser objetos de uso cotidiano destinados a contener vino, aceite o agua, o servir como menaje durante las comidas o en las cocinas y despensas, han resistido muchos de ellos el paso del tiempo, hasta convertirse desde hace siglos en objetos valiosos, dado su extraordinario valor estético y artístico.
De hecho, los trabajos cerámicos en la Atenas eran una verdadera industria. Y sobre los cuencos que realizaban los ceramistas y alfareros, los pintores de renombre realizaban sus obras. Incluso siguiendo los textos de la época podemos llegar a pensar que los pintores llegaron a tener más prestigio que los grandes escultores clásicos. Y lo cierto es que conocemos el nombre de varios pintores gracias a los vasos cerámicos que se han conservado. Como en este caso que sabemos que fue pintado por Exekias.
En este caso estamos ante una obra que data del siglo VI antes de Cristo. En ella vemos una escena basada en los relatos de Homero que nos presenta a los héroes Aquiles y Ajax practicando el juego de los dados en su tienda de campaña antes de un combate, ya que pese a estar jugando, ambos se nos muestran portando sus atuendos y armas de batalla.
Ambas figuras están representadas de perfil y como primitivismo todavía se ve que sus ojos están vistos como de frente. En cambio, no todo es arcaico en la pintura. El cuerpo de ambas figuras no está representado bajo un esquema rígido, sino que el autor, Exekias, intentó plasmarlo con cierto realismo imaginándose dos personas jugando. Y para ello incluyó un elemento impensable en todo el arte anterior, fuera en Grecia, Mesopotamia o Egipto. Incluye el escorzo.
Como detalle sirva fijarse en Aquiles (la figura de la izquierda), al cual solo le vemos una parte de su mano izquierda, quedando oculto el resto tras el hombro. Este avance lo podemos ver en otras muchas pinturas sobre las cerámicas griegas.
Y también en muchas de ellas se ve el interés por parte de los pintores en siluetear claramente las figuras de los personajes que representan. Con ello dotaban a todos sus pinturas de unos perfiles muy sólidos y un dibujo en el predomina el equilibrio. No se trata de representaciones que busquen la realidad escrupulosa, intentando copiar la naturaleza. No es ese el objetivo de la pintura clásica griega, pero esos pequeños avances en la representación de escorzos fueron un paso de gigante en ese camino.