Venus Anadiomene, Tiziano
Los autores de la etapa renacentista encontraron en las fuentes mitológicas de época clásica una de las mejores fuentes de inspiración para sus lienzos, en este sentido debemos señalar como no sólo el arte clásico de Grecia y Roma se convirtió en un referente fundamental sino que también, la literatura clasicista y en especial las conocidas Metamorfosis de Ovidio fueron una gran fuente de inspiración para los pintores renacentistas.
La obra que analizamos hoy es un óleo sobre lienzo pintado por uno de los artistas más destacados de la escuela veneciana del Renacimiento, su fama traspasó fronteras y se convirtió en un referente pictórico incluso muchos años después de su muerte, Tiziano Vecellio. Tiziano (1490 -1576) tuvo una carrera artística muy larga y dilatada en la que su estilo artístico fue variando paulatinamente pero en la que siempre destacó el intenso colorido de sus óleos y el tratamiento cuidado de luz, dos de los factores más relevantes de la escuela veneciana.
Entre los años 1515 y 1520 el artista renacentista realizó una serie de lienzos en los que el protagonista indiscutible era el cuerpo femenino. Las pinturas eran representaciones de figuras mitológicas en las que unos pocos accesorios nos indicaban su identificación, lo realmente destacable es el tratamiento del cuerpo de las protagonistas que el pintor llevaba a cabo. En esta ocasión Tiziano representa a la diosa del amor, Venus, pero no es una venus cualquiera sino Venus Anadiomene, con este apelativo se hace referencia al nacimiento de la diosa ya que literalmente, anadiomene significa “la que ha surgido”.
Este tema fue muy popular en la época con el conocidísimo cuadro de Boticelli, El Nacimiento de Venus, una de las obras cumbres de la pintura quattrocentista aunque en realidad, el lienzo de Tiziano poco tenía que ver con el de Boticelli. El artista veneciano ha prescindido de cualquier elemento extraordinario y tan sólo nos presenta a una mujer desnuda que surge de entre las aguas; es la pequeña concha que flota a su lado la que nos indica que se trata de Venus. Parece ser, que cuando Tiziano realizó esta composición en su mente no estaba la famosa obra de Boticelli sino la descripción que Plinio el Viejo hizo de una obra del conocido pintor clásico Apeles, el pintor de Alejandro Magno, en la que se representa a la diosa surgiendo de entre las aguas sin ningún tipo de adorno o qwcompañamiento.
Para terminar, debemos destacar el modo en el que el artista ha difuminado los contornos del cuerpo de la diosa –especialmente en la zona de los muslos- de esta forma Tiziano lograba que el personaje se fusionara con el fondo de la composición como si emergiese de éste.
En la actualidad el lienzo de Venus Anadiomene se exhibe en la National Gallery de Edimburgo, en Escocia.