Woman I de William de Kooning
Esta obra la realizó William de Kooning entre los años 1950 y 1952, y en la actualidad está expuesta en el Museum of Modern Art de Nueva York, más conocido con el acrónimo MoMA.
En ella se puede ver uno de los temas predilectos de este artista, que no es otro que la figura femenina, generalmente representada en poses un tanto grotescas, con un aspecto inquietante que en ocasiones llega a ser incluso aterrador.
Concretamente con este cuadro inicia una serie de obras dedicadas a la mujer, de ahí el título Woman I. Y en toda esta serie la mujer aparece en formas semidestruídas, y toda su belleza reside en la calidad de los colores empleados. Esa unión de colores y formas rotas pero reconocibles, adscriben su arte dentro del movimiento llamado como Informalismo netamente figurativo, bien distinto al informalismo totalmente abstracto que representa otro pintor de origen norteamericano: Jackson Pollock.
No obstante, cada uno en su línea, tanto Pollock como de Kooning son pintores representantes del action painting, con la diferencia de que de Kooning la aplica a las figuras, una figuras que llegan a convertirse en abstracciones a veces, y que siempre están deformadas, con líneas provocadoras y colores atrevidos, dotando a todas sus obras de una enorme expresividad.
Como paradigma de todas estas características de su pintura puede servir esta obra, ya que en ella nos muestra uno de los rasgos estilísticos definitorios del arte de Kooning, sus pinceladas amplísimas de tonos rosados y verdes.
Y esto nos lleva a hablar de la personal técnica de este artista. William de Kooning fue un pintor que se interesó a lo largo de toda su carrera artística por la técnica pictórica en sí misma, y habitualmente mezclaba en una misma obra la pintura realizada a base de largas pinceladas y grandes brochazos con el empleo de otro tipo de recursos como los collages hechos con trozos de papel que adhería sobre la tela, y hasta llegaba a pintar sobre ellos.
En realidad, William de Kooning experimentó a lo largo de su vida con diferentes técnicas y estilos. Toda esa evolución la realizó durante sus años de estancia en Estados Unidos, si bien él era originario de los Países Bajos donde había nacido en 1904. Pero siendo un veinteañero, concretamente en el año 1926, emigró a Nueva York, y allí fue alternando obras de carácter abstracto con otras mucho más figurativas, pero siempre con una gran expresividad.