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Las Pléyades, Max Ernst

Publicado por Laura Prieto Fernández

A partir de la década de 1920 y como consecuencia de la estética dadaísta, surgió en el panorama artístico francés una nueva corriente estética influida por el artista André Breton, el surrealismo. En la Exposición Universal del Surrealismo celebrada en París se pudo observar el auge de esta nueva tendencia artística de modo que se juntaron algunas de las obras más representativas de esta tendencia a la vez que quedaba de manifiesto que el surrealismo era una estética divergente que agrupaba bajo la misma concepción al analismo de Magritte y a la tendencia onírica de Dalí.

En este contexto podemos situar al autor de la obra que aquí nos ocupa, Max Ernst (1891 – 1976) su obra está marcada por la pluralidad de técnicas y estilos que cultivó. Ernst pasó por diferentes grupos artísticos pero será sin duda bajo la estética surrealista cuando produzca alguna de sus mejores obras pictóricas.

En 1921 el artista de origen alemán pinta Las Pléyades o La cercana pubertad, una pieza realizada sobre cartón en la que utiliza técnicas tan dispares como el collage, el óleo o la aguada; todo ello en un formato vertical de tan solo veinticinco centímetros de altura y casi diecisiete cm de anchura. En el centro de la pieza encontramos el cuerpo ingrávido de una mujer desnuda cuyo rostro se ha perdido; la imagen de la joven ni siquiera ha sido creada por el propio artista sino que Ernst se ha limitado a cortarla de alguna revista haciendo un collage. El fondo de la composición es azul intenso y en él nos llama la atención el adoquín que parece estar a punto de desprenderse.

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En este contexto debemos señalar como Las Pléyades eran según la mitología griega las siete hijas del titán Atlas y Pléyane quienes entraron al servicio de Artemisa. Normalmente cuando en los lienzos rastreamos el origen de su tema o título o incluso las influencias que la mitología ha tenido en las piezas soleos encontrar que de una u otra manera, nos acercan al mundo clásico; sin embargo, en esta ocasión no es así y aun rastreando el origen mitológico de la pieza éste no nos ayuda a conocer el significado de la misma.

El propio artista era consciente de que la pieza que había creado podría ser difícil de descifrar ara el público por lo que añadió un texto en la zona inferior de la misma que nos permitiese conocer su significado explicando lo ingrávido pero también lo impreciso como arte de la estética surrealista en la que se desenvuelve.