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Biblioteca de Santa Genoveva, Labrouste

Publicado por Laura Prieto Fernández

La biblioteca de Santa Genoveva en Paris constituye uno de los primeros ejemplos de la denominada Arquitectura del hierro desarrollada en el siglo XIX. El famoso edificio proyectado por Henri Labrouste se sitúa en la Plaza del Panteón y día de hoy forma parte de la Universidad de la Sorbona.

Labrouste (1801- 1875) nace en Paris en una familia vinculada a la arquitectura, su hermano mayor fue el famoso arquitecto François Marie Théodore Labrouste. Formado en el Colegio de Santa Bárbara en 1819 ingresó en la escuela de Bellas Artes de Paris donde cosechó sus primeros éxitos y trabajó con algunos de los arquitectos de mayor renombre de su época. En la década de los veinte Labrouste ganó una beca para en la Academia de Roma que le permitió conocer la arquitectura italiana.

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Su trabajo se enmarca dentro de la nueva corriente arquitectónica surgida en todo el mundo a partir de los procesos innovadores surgidos tras la Revolución Industrial. La nueva sociedad liberal demandaba nuevos espacios y formas arquitectónicas que los arquitectos de la época hubieron de crear con los materiales surgidos en la Revolución Industrial: hierro, hormigón, vidrio…

Henri Labrouste comenzó la biblioteca en torno a 1843 y la construcción se dilató durante siete años, hasta 1850. Su edificación supuso una gran innovación al utilizar por primera vez en un edificio civil una estructura metálica que sostenía todo el edificio; Labrouste defendió la incorporación de los nuevos materiales vinculándolo con los estilos más tradicionales, una postura arriesgada para una época en la que la Academia rechazaba las innovaciones constructivas y la disputa entre arquitectos e ingenieros iba siendo cada vez más feroz.

La biblioteca de Santa Genoveva cuenta con una planta rectangular que alberga, dentro de un espacio interior muy diáfano, casi dos millones de documentos. La dicotomía entre interior y exterior, tradición y vanguardia es más que evidente en este edificio. Al exterior la biblioteca se asemeja a los palacios urbanos renacentista que Labrouste conoció y estudió particularmente durante su estancia en Italia; se configura a través de dos alturas distintas separadas por una imponente moldura.

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Pero sin duda alguna es el interior el espacio que muestra mayores innovaciones: éste se divide en dos naves completamente abovedadas donde la estructura metálica que sostiene el edificio no se oculta sino que se funde con las formas renacentistas del exterior. Especial mención merece espacio dedicado a la sala de lectura donde las más de quince columnillas realizadas en hierro y con una altura cercana a los diez metros de altura, sostienen la imponente estructura abovedada que remite a las formas de los invernaderos y cómo no, a uno de los edificios más famosos de esta época El Crystal Palace de Paxton.

La estructura metálica ideada por Labrouste permitió abrir enormes cristaleras que iluminaban el interior de la biblioteca haciendo que la luz fuera un elemento más de ésta. Además el arquitecto puso sumo cuidado en cada uno de los detalles así, el espacio interior con sus barandillas, distintos niveles y pavimentos remiten a las formas de los barcos de la época.