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Casa Vicens de Gaudí

Publicado por A. Cerra
Casa Vicens de Gaudí

Casa Vicens de Gaudí

La Casa Vicens situada en la calle Carolines número 18 de Barcelona está considerada como la primera gran obra de envergadura de Antoni Gaudí i Cornet (1852 – 1926), y la acometió apenas cumplidos los treinta años, ya que su desarrollo tuvo lugar entre 1883 y 1888.

Al tratarse de una obra de sus comienzos se puede ver como se trata de una obra de transición en la que se ven reminiscencias del estilo neomudéjar con elementos de la cada vez más pujante arquitectura modernista. Un estilo que se iba a desarrollar en toda Europa durante las siguientes décadas, y que desde luego Cataluña y concretamente la ciudad de Barcelona es uno de los lugares donde mejores ejemplos se pueden contemplar de este arte, muchos de ellos salidos del genio de Gaudí.

Pero volviendo a la Casa Vicens, se ven esos elementos neomudéjares como la azulejería o los paneles de cerámica en verde y blanco. Para comprender el patente uso de este tipo de materiales, basta con saber que esta construcción la promovió un fabricante de azulejos. Y a estos elementos, Gaudí les unió unas rejerías ya de carácter modernista, que tienen un aire neogótico en ocasiones como en el primer piso y en otros caso como en el balcón del segundo piso tienen un aspecto que recuerdan a las formas del Barroco y del Rococó. No hay que olvidar que Gaudí nació en Reus en el seno de una familia de herreros, y ya desde sus comienzos dejó bien clara su voluntad de integrar la forja en todas y cada una de sus obras.

La fachada del inmueble posee una composición tradicional, y todavía predomina el concepto de la simetría, algo que poco a poco irá desapareciendo en obras posteriores de este arquitecto. Y también irá despareciendo con el tiempo ese dominio de las líneas rectas, tan apenas apreciables en creaciones posteriores como la Casa Milá o Casa Batlló, donde la curva dinamiza completamente esas fachadas y sus formas recuerdan formas de la naturaleza, por lo cual Antoni Gaudí representa el estilo del Modernismo Organicista, opuesto al Modernismo Racional que representan otros arquitectos de la época como Lluis Domènech i Montaner.

Y en lo referente al interior de la vivienda, ésta se distribuye a lo largo de dos plantas, de las cuales una es un gran salón y comedor, mientras que en la otra están los dormitorios. Y además, la casona cuenta con un semisótano y un desván en la zona superior.

Con esta obra Gaudí, está dando sus primeros pasos en el sentido de rehacer la arquitectura medieval para transformarla con un lenguaje completamente personal. De hecho, apoyándose en ese neomudéjar, supera cualquier historicismo, y lo que busca es inspirarse en la naturaleza, integrando para ello diferentes artes y artesanías, algo que también estaba haciendo el otro gran arquitecto modernista europeo, el belga Victor Horta.