Castillo de los Este
El Castillo de los Este, también conocido como Castillo de los Estende o Castillo de San Michelle en Ferrara es una de las construcciones de carácter defensivo más monumentales del renacimiento italiano. Esta enorme construcción representa los ecos de la tradicional arquitectura de tipo militar medieval en una época en la que las construcciones palaciegas comenzarán a abandonar paulatinamente ese carácter defensivo del que habían gozado anteriormente para levantarse como elegantes construcciones en los centros urbanos de Italia.
A finales del siglo XIV, en torno al año 1385, acaecieron en la ciudad de Ferrara una serie de revueltas debido a la precaria situación en la que se encontraba el pueblo que hicieron plantearse a la familia Estende –gobernantes de la ciudad- la necesidad de trasladar sus aposentos desde el antiguo palacio real, hoy Palacio del Ayuntamiento, hasta un nuevo edificio que permitiese asegurar la protección de la familia en caso de nuevas revueltas. La nueva construcción fue obra del arquitecto Bartolino de Novara y se levantó en las inmediaciones de la muralla de la ciudad; de hecho se utilizó para su construcción una de las torres de la muralla conocida como la Torre de los Leones que se unió a otras tres torres levantadas a ex profeso para la construcción.
Entre la segunda mitad del siglo XV y principios del siglo XVI, en época de Ercole I, la situación en Ferrara había cambiado, la ciudad no sólo gozaba de gran paz y estabilidad sino que además, presentaba un fehaciente crecimiento demográfico que obligó a ampliar las murallas de la ciudad. En este contexto la construcción perdió parte de su carácter defensivo y comenzaron a llevarse a cabo numerosas obras de ampliación a cargo de Girolamo da Carpi (1501 – 1566).
El arquitecto se encargó de dotar a la antigua construcción medievalista de un carácter más moderno acorde a la estética renacentista. Si bien la construcción mantuvo tres de las cuatro entradas originales –la cuarta entrada hubo de ser cerrada para poder ganar espacio y situar allí las cocinas- realizadas a partir de puestos levadizos que salvaban un enorme foso el arquitecto trató de otorgar un aspecto más elegante a la construcción elevando un piso nuevo y sustituyendo las zonas almenadas por terrazas realizadas en piedra blanca que destacaban sobre la piedra. A las torres defensivas se les confirió un nuevo carácter como miradores y el patio interior fue decorado con fastuosos frescos de los que hoy apenas se conservan unos pocos trazos.
En la planta baja del palacio se situaban las dependencias de los criados, las cocinas, las caballerizas y las prisiones en las que se encarceló a Julio D´Este o a los famosos amantes de Ferrara Ugo y Parisina. En la planta superior se disponen un buen número de habitaciones destinadas a la corte entre las que debemos destacar la Sala de la Aurora ubicada en la famosa Torre de los Leones y en cuya cúpula se observan las representaciones de la Aurora, el Día, el Atardecer y la Noche.