Catedral de Mondoñedo
En un post anterior de hace unos meses, os hablamos de la Basílica de San Martín de Mondoñedo en la provincia gallega de Lugo. Un monumento que está considerado como la primera catedral católica que hubo en España. Pues bien, eso no hay que confundirlo con la Catedral de Mondoñedo, que hoy mantiene este rango de ser sede de un obispo y también se encuentra en tierras de Lugo, pero en otra población distinta llamada Mondoñedo.
En realidad, la población de Mondoñedo antaño llegó a ser la capital de una de las provincias gallegas, pero ese galardón se perdió cuando se integró en la administración de Lugo. Algo que significó el declive y la pérdida de población en la localidad. Pero es cierto que para entonces ya estaba construida la catedral que aquí nos ocupa.
Los orígenes de la misma nos trasladan al siglo XIII, una época en la que el arte románico está dando sus últimos coletazos mientras que están emergiendo las formas del estilo gótico. Y esa pugna se plasma a la perfección en este edificio.
Comenzando por su sobria fachada. Una fachada que sin duda tiene la belleza del Románico. Tiene la sobriedad y monumentalidad de ese estilo. Pero al mismo tiempo aparecen unos grandes arcos apuntados y se abre un enorme rosetón de vidrieras que nos recuerdan las formas góticas. Aunque está claro que carece del espíritu de altura de esa arquitectura. Aquí es todo lo contrario, ya que debido a que es bastante bajita, al templo se le conoce como la “Catedral arrodillada”. Y eso que en tiempos del barroco se levantaron sus dos campanarios en los laterales de la fachada.
Además de su fachada, la Catedral de Mondoñedo cuenta con una serie de elementos arquitectónicos y artísticos que merecen ser destacados. Uno de ellos es el claustro, que data del siglo XVII y es de estilo renacentista. Este espacio, de planta cuadrada, está formado por arcos de medio punto que descansan sobre columnas jónicas. En el centro del claustro se encuentra un pozo, que según la tradición local, nunca se seca.
En el interior de la catedral, además de las tres naves mencionadas, se puede apreciar una serie de capillas de diferentes estilos y épocas. Destaca la Capilla de los Remedios, de estilo barroco, que alberga una talla policromada de la Virgen de los Remedios, patrona de Mondoñedo. También es notable la Capilla del Rosario, que cuenta con un retablo rococó de gran belleza.
También el espíritu de sobriedad del arte románico se respira en líneas generales, y la atmósfera especial de la luz de sus vidrieras crea un ambiente espiritual muy evocador. No obstante, con el paso de los años en este templo se han ido haciendo diferentes modificaciones.
Hoy en día vemos tres naves cubiertas con bóveda de crucería generada a partir de arcos apuntados. Pero es cierto que esas naves han ido ampliando su tamaño con el paso del tiempo. Algo que provocó que se perdiera la planta de cruz latina original. Así como también se modificó el triple ábside original, compuesto por uno mayor y dos laterales.
No obstante, esas modificaciones en realidad nos están hablando del crecimiento en importancia de la ciudad y de su principal templo, al que además se le incorporaron infinidad de obras de arte. Por ello, hoy en día es una valiosa catedral del patrimonio de Galicia, el cual en muchas ocasiones queda completamente ensombrecido por la impresionante Catedral de Santiago de Compostela y los tesoros que guarda como el Pórtico de la Gloria.