Catedral de San Pablo de Londres 2
En un post anterior ya se ha ubicado en la historia el momento de la construcción de la Catedral de San Pablo de Londres, así como también se han planteado los principios que rigen la producción arquitectónica de su creador, el inglés Chistopher Wren (1632 – 1723). Ahora es el momento de pasar a describir este grandioso monumento.
Su elemento llamativo es la gran cúpula central. Esta cúpula exteriormente está recubierta de plomo y se apoya en una estructura ligera de madera de más de 30 metros de diámetro. Pero para ganar altura se eleva sobre un tambor que es de mayor diámetro. Es precisamente este tambor con peristilo el que le confiere su característico perfil apuntado, que todavía se potencia más con la linterna que corona el conjunto.
Además ese tambor posee vanos, es decir, ventanas que permiten la entrada de luz directa hasta el interior del templo. Una iluminación que aumenta aún más con la que se filtra por los óculos existentes en la base de la linterna, llegando hasta dentro de forma indirecta, ya que ha de pasar por el vértice de la cúpula interior. Porque la cúpula de la Catedral de Londres es doble, o más bien triple, ya que hay una externa y otra más baja interna, ambas unidas por un cono intermedio de ladrillo que sostiene las más de 800 toneladas de peso de la linterna.
La cúpula interna es el techo propiamente dicho del crucero de la iglesia. Y es que posee la anchura de la nave central y también de las laterales, iluminando el transepto y por lo tanto otorgando todo el brillo posible a los actos religiosos. Este fue el gran logro de Wren, ya que unió al mismo tiempo el concepto de planta central con la presencia de las naves propias de una cruza latina.
Pero si la cúpula es lo más famoso de la catedral, también merece la pena mencionar las principales características de su fachada occidental. Esta fachada coincide con el eje E-O del templo. En ella se elevan en el piso más bajo unas columnas pareadas exentas que crean un pórtico cubierto. Las columnas remiten inmediatamente a los modelos más clásicos, los cuales conoce perfectamente Wren y con los que juega para finalmente transformarlos. Por ejemplo aquí esas columnas se convierten en pilastras al llegar a la base de las torres.
Unas torres que se trabajaron como elementos individualizados, dentro del proyecto unitario. Lo cual es muy propio del arte Barroco inglés, donde es muy importante el respecto a las formas clásicas, pero tratadas con gran fluidez.
Entre ambas torres aparece un frontón, que le sirve para ocultar los faldones de la cubierta. Y además es el lugar para colocar elementos escultóricos. Desde la enorme escultura de San Pablo que se sitúa sobre la propia cúspide del frontón, hasta los relieves de su interior, cuyo protagonista también es San Pablo y los episodios bíblicos de su visión apocalíptica que le convirtieron al Cristianismo.
En definitiva, la Catedral de San Pablo de Londres está considerada, no solo por su gigantesco tamaño, sino también por su armonía y por las innumerables soluciones técnicas que aplicó su creador, en uno de los templos religiosos más importantes de toda Europa.