Chiswick House
La Chiswick House es una de las primeras construcciones arquitectónicas realizadas en Inglaterra bajo los parámetros estilísticos de la estética neoclásica. La famosa residencia levantada en el siglo XVIII fue concebida como un espacio de recreo alejado del centro de Londres, sin embargo a día de hoy el crecimiento urbanístico de la ciudad ha hecho que la famosa mansión se encuentre perfectamente integrada en la urbe cosmopolita.
La mansión fue realizada por el conde y arquitecto Lord Burlington basándose en las formas clasicistas que el arquitecto italiano Andrea Paladio (1508 -1580) diseñó para la Villa Capra, Vicenza en 1566. Parece ser que en la construcción de la Chiswick House también intervino el arquitecto interiorista y paisajista William Kent (1685 – 1748) siendo difícil discernir que partes diseñaron cada uno de los arquitectos.
La mansión aparece dividida en dos zonas bien diferenciadas, la planta baja estaría destinada a la vida social de la familia Burlintong mientras el piso noble estaría ocupado por las alcobas y habitaciones privadas.
El acceso desde el exterior debe realizarse por dos escaleras de doble tiro al encontrarse la residencia en una especie de podio que la eleva sobre los jardines circundantes. Así llegamos a la fachada principal que en origen debió ser diseñada por el arquitecto neopalladiano Iñigo Jones pero que el propio Burlintong decidió remodelar. En ella nos encontramos con un pórtico hexástilo de columnas corintias que remata en un frontón triangular.
Es precisamente en las fachadas donde se aprecian las mayores diferencias entre la Chiswick House y la Villa Capra, mientras Palladio decidió dar uniformidad al conjunto construyendo las cuatro fachadas de la villa completamente iguales, la construcción del siglo XVIII cuenta con distintas fachadas que permiten la diferenciación del acceso principal.
Tras el pórtico se aprecia una planta cuadrangular dominada y organizada por un amplísimo octógono central a partir del cual se distribuyen las distintas estancias. El octógono aparece cubierto por una grandísima cúpula semiesférica con tambor octogonal.
Pero no sólo la arquitectura sigue la estética neopalladiana, en su interior el duque conservaba una magnífica colección de objetos históricos y artísticos que se conjugaban con un grandioso mobiliario igualmente clasicista.
Especial atención merecen los jardines diseñados por Kent quién siguió las formas clásicas de los jardines romanos y las explícitas descripciones de historiadores como Plinio y Horacio, de hecho las pretensiones clasicistas de estos arquitectos eran tan fuertes que se llegaron a traer semillas procedentes de jardines del XVII para plantarlas en la mansión. Las formas naturales son claras y bien definidas, el orden se hace patente en cada uno de los pasillos y se conjuga con soltura las fuentes y estatuas clásicas. Posteriormente en el XIX se incorporó a los jardines algunos elementos como los invernaderos un pequeño observatorio.
En 1929 la casa pasó a manos del Ayuntamiento de Brentford, lo que permitió llevar a cabo las grandísimas y costosas labores de restauración que necesitaba un edificio de estas dimensiones; desde entonces Chiswick House es una parte indispensable del patrimonio arquitectónico londinense y su visita y acceso el gratuito para el público.