Edificio Elefante en Bangkok
El Sudeste Asiático se ha convertido en las últimas décadas en uno de los territorios perfectos para el desarrollo de la arquitectura contemporánea. Y en países como Malasia o Singapur se han dado auténticos emblemas de la construcción de vanguardia como son las Torres Petronas o el vistoso Hotel Marina Bay con su famosa piscina en las alturas.
También un país como Tailandia se sumó a ese tipo de construcciones y de rascacielos, sobre todo su capital Bangkok. Algunos de esos edificios son hitos del arte contemporáneo como el carácter distópico de su torre Mahanakhon y otros tienen un carácter muy especial, aunque su estética se haya criticado en más de una ocasión. Así ocurre como el Edificio Elefante o Chang Building situado en el distrito de Chatuchak, el área de negocios al norte de Bangkok.
Es una obra que se concluyó en 1997 alcanzando los 102 metros de altura en sus 32 pisos. Si bien no es su altura lo más destacado, sino su identificación con el animal más sagrado del país: los elefantes. No es casual que su promotor, el ingeniero y hombre de negocios Arun Chaiseri sea un verdadero apasionado de los paquidermos, e incluso tiene una amplísima colección de objetos artísticos con su forma. Pero ninguno tan grande como esta edificación que encargó al arquitecto Ong-at Sattraphan.
La obra tiene tres torres, dos dedicadas a oficinas y otra a residencias. Y arriba hay un bloque horizontal que las une. Hasta aquí nada especialmente llamativo, una singular mezcla entre lo cubista, lo postmodernista, lo naif y para algunos incluso la arquitectura fea. Sin embargo, lo peculiar son ciertos detalles que vinculan la construcción con los elefantes.
En un lateral se pueden identificar los colmillos del gran animal, remarcados por su tono amarillo que recuerda al marfil y en cuyo interior se encuentran las oficinas de la compañía administradora del inmueble. Mientras que un poco más arriba se ven unos enormes ventanales redondos que serían los ojos. Y en cuanto a las imprescindibles orejas de los elefantes, estás serían los pisos en los que se ven balcones de varios pisos.
Y en el otro lateral del conjunto se puede ver lo que sería la parte trasera del animal, que aquí se marca con un frente de vidrio ahumado que se prolonga durante 20 pisos.
Es cierto que la estética es curiosa, y para algunos directamente es fea, ya que el Edificio Elefante Chang de Bangkok es un habitual entre los listados de construcciones feas del mundo. Pero es innegable que tiene una personalidad especial. De hecho es uno de los edificios más renombrados de Tailandia, un país donde se veneran los elefantes y por lo tanto este gigantesco elefante casi se convierte en un monumento.