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El Monasterio de Veruela

Publicado por A. Cerra
Claustro del Monasterio de Veruela

Claustro del Monasterio de Veruela

Estamos ante uno de los monasterios cistercienses históricos del norte de España, ya que sus orígenes se remontan a mediados del siglo XII. Si bien el monasterio acabado en su conjunto tardó muchos años en realizarse, casi tres siglos.

Y todo ello pese a tratarse de una obra bastante sobria, aunque sí que es cierto que de grandes dimensiones, dada las muchas riquezas que la Orden del Císter fue acumulando. E incluso se puede decir que Veruela no dejó de crecer en las siguientes centurias, y de hecho se levantaron las dependencias de un palacio abacial en el siglo XVI y posteriormente, en el XVII, hubo que hacer un nuevo monasterio.

No obstante, lo más antiguo es lo que se considera más valioso, y todo ello se acumula en torno a un claustro central, junto al cual está la gran iglesia del cenobio, así como la sala capitular, los viejos almacenes, la cocina o el comedor, junto a otras dependencias.

Respecto al claustro mayor hay que decir que se construyó en el último tercio del siglo XIV es un claro estilo gótico levantino, ya que hubo uno anterior pero que había quedado devastado tras la llamada Guerra de los Dos Pedros.

En este claustro, como en gran parte de la arquitectura del cenobio se respira la esencia cisterciense, y debido a eso no existen los capiteles con excesiva decoración, como si son habituales en otros monasterios anteriores del Románico. Aquí en cambio tan apenas hay motivos de carácter vegetal para animar la sobria arquitectura.

Algo similar se puede decir respecto la iglesia abacial de Santa María de Veruela, cuya estructura se levantó entre los siglos XII y XIII. Un templo de tres naves cubiertas con la típica bóveda de crucería simple de inicios del arte Gótico. Así como también es muy propio de la arquitectura gótica la presencia de una gran girola, aquí con cinco absidiolos, que en este caso se cubren con bóveda de cuarto de esfera, mucho más habitual en el Románico. Y es que la construcción del templo se inició precisamente por el presbiterio y su cabecera.

También es de las partes más antiguas su portada abocinada con arcos de medio punto, cuyas formas simples y añejas desde luego que contrastan con la vecina torre campanario levantada posteriormente siguiendo una fusión de estilos a caballo del arte renacentista y el barroco.

Igualmente pertenece al Renacimiento uno de los lugares más destacados de la iglesia. Hablamos de la Capilla de San Bernardo levantada en 1552.

Y es que como hemos dicho, Veruela no dejó de crecer con el paso de los siglos, si bien como tantos otros monasterios hispanos, en 1835, fueron abandonados tras la Desamortización que llevó a cabo el gobierno español. Es decir, con eso acabó el esplendor del cenobio, si bien le iban a llegar otro momento muy interesante.

Concretamente en la segunda mitad del siglo XIX cuando se convirtió en una especie de hospedería a la que acudieron personajes como los hermanos Bécquer, el escritor Gustavo Adolfo y el pintor, Valeriano. Ambos nos han dejado obras suyas inspiradas aquí.