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Monasterio San Jorde de Voronet

Publicado por Laura Prieto Fernández

El monasterio de San Jorge de Voronet conocido como la Capilla Sixtina del Este es uno de los monasterios pintados de época medieval más conocidos de Rumanía. En la zona del Norte de Moldavia, en la región de Suceava, encontramos un conjunto de ocho templos ortodoxos que fueron levantados entre el último tercio del siglo XV y la primera mitad del siglo XVI; la arquitectura de estas construcciones responde a los típicos parámetros de la arquitectura moldava. Se trata de pequeños templo realizados en piedra que se cubren con tejados voladizos de empinadas vertientes y cuyo interior ha sido profusamente decorado en un sinfín de frescos de gran calidad.

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El monasterio de Voronet que aquí nos ocupa fue levantado a lo largo del reinado de Esteban el Grande, la época más fructífera de la cultura y el arte rumano. El monarca encargó su construcción en 1488 con el fin de conmemorar la victoria sobre el rey otomano en la Batalla de Vaslui gracias a los consejos del ermitaño Daniil. Tras la construcción San Daniil o Daniel fue nombrado abad del monasterio y sus restos descansan en el mismo.

El templo original estaba conformado por una sola nave y cabecera tripartita precedida de un amplio presbiterio; a los pies de la construcción se levantaba un pórtico de acceso. En torno al año 1547 fue el pórtico modificado por un nártex y el exterior del templo fue revestido por múltiples frescos siguiendo las órdenes del obispo Grigorie Rosca.

Sin ningún lugar a dudas los frescos exteriores que decoran el edificio es lo más destacado de toda la construcción; resguardados por una techumbre volatiza realizada en madera encontramos un conjunto de frescos pintados en brillantes colores donde predomina el azul lapislázuli que en la zona se conoce como azul de Voronet. Los frescos han sufrido algunos desperfectos en la cara norte y oeste de la edificación pero las pinturas de la zona sur y del este conservan su excelente calidad.

Especial mención merece la representación del Juicio Final situada en el pórtico de los pies; la representación se estructura en niveles superpuestos en los que podemos observar como un conjunto de ángeles tocan instrumentos musicales mientras flanquean un clípeo central con la imagen de Jesucristo. En el nivel inferior encontramos un trono central con la paloma del Espíritu Santo y la mano de Dios que sostiene la balanza con la que se ha de medir las almas de los hombres. De un lado los muertos se levantan de sus tumbas mientras que en el otro lado, algunos hombres esperan ser juzgados. En la zona inferior se libra una cruel batalla entre los demonios y los ángeles y un rio de lava arrastra a los condenados hasta la profundidad del infierno.

En la zona de la cabera los frescos quedan enmarcados por las arcadas ciegas verticales del muro y una línea horizontal de arquillos de medio punto. En el paramento se han abierto pequeñas ventanas rectangulares que iluminan el interior del conjunto monástico.