Monasterio y pinturas de San Pedro de Arlanza
El Monasterio de San Pedro de Arlanza fue una de las congregaciones monásticas más destacadas de todo Castillo; conocido con el sobrenombre de La Cuna de Castilla parece ser que este conjunto monástico apareció en el siglo X, en torno al año 912. Sin embargo de esta primitiva construcción apenas quedan unos pocos restos y la arquitectura que hoy conservamos es el resultado de distintos procesos constructivos que debieron comenzar en el siglo XI, en el año 1080.
Ubicado en la localidad de Horigüela en Burgos, España, el monasterio original debió de ser fundado por el Conde Gonzalo Téllez y su mujer Fandula aunque también se ha vinculado con la figura del Conde Fernan González y su esposa Sancha aunque parece más probable que la fundación corriese a cargo del primero mientras que Fernán González usase el monasterio para albergar sus restos mortales junto con los de su esposa.
La iglesia del conjunto monástico de la que hoy apenas se conserva nada en pie era un templo de tres naves longitudinales y cabecera semicircular tripartita que fue modificado en la época gótica. En la actualidad tan sólo se conserva del magnífico templo la parte de la cabera con un presbiterio muy desarrollado, los tres ábsides semicirculares y una parte de la fachada de acceso principal situada a los pies del templo que fue extraída de la edificación y en la actualidad se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional. Del resto del conjunto monástico aún perdura el ala sur del claustro, la sala capitular y una gran torre que dataría del siglo XIII.
Es precisamente esta torre medieval la que actuaba como Cámara del Tesoro y en la que se encontraron algunas de las pinturas más significativas del románico castellano. Las pinturas decoraban las paredes de una sala cuadrangular; los frescos se situaban alrededor de los ventanales, en la zona alta de la estancia. Parece ser, que a principios del siglo XX la cubierta de la torre se vino abajo dejando las pinturas a la intemperie; esto unido a la desamortización de los bienes eclesiásticos llevada a cabo por el ministro Mendizábal hizo que se decidiese extraer las pinturas para venderlas a diferentes museos. El conjunto de Arlanza se diseminó en tres grandes Museos: el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Fogg Art Museum de la Universidad de Harvard y el Museo Cloisters de Nueva York.
El conjunto de pinturas de San Pedro de Arles son frescos que combinan la temática religiosa con escenas más sencillas de carácter profano. Destaca el uso de animales extraídos de bestiarios que los maestros pintores han utilizado más rellenar los espacios vacíos que con un carácter moralizante y en los que se aprecia la influencia de la miniatura inglesa. Especial mención merece la representación de un grifo – un ser mitológico que tenía cuerpo de león, cola de dragón y alas de águilas- en actitud defensiva y la representación de una fortaleza medieval que se flanqueaba por guirnaldas vegetales en las que destaca la simetría de sus formas.