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Puerta del Mercado de Mileto

Publicado por A. Cerra

Puerta del Mercado de Mileto

Tal vez por la fotografía que encabeza este artículo, se pueda pensar que hoy vamos a hablar de un yacimiento arqueológico excelentemente conservado. Pero no es así, la Puerta del Mercado de Mileto se encuentra en un museo europeo, concretamente en el Pergamo Museum de Berlín, un lugar donde también está reconstruida la bellísima Puerta de Isthar originaria de Babilonia o el impresionante Altar de Pérgamo que da nombre al museo.

Al igual que el Altar de Zeus, también la reconstrucción de la Puerta del Mercado de Mileto nos traslada virtualmente hasta la Antigua Grecia y las tierras adonde llegó su influencia cultural, como fue la ciudad de Mileto ubicada en la península de Anatolia, actualmente territorio de Turquía.

Esta obra magnífica de mármol ya sería del siglo II, concretamente de tiempos del emperador Adriano, verdadero apasionado de la cultura griega. Lo cierto es que para tratarse de la entrada a un mercado es realmente impresionante con sus 16 metros de altura y su numerosos elementos repartidos a lo largo de una fachada de dos altura y 30 metros de ancho.

Allí aparecen frisos para relieves labrados en mármol u hornacinas para esculturas que lamentablemente ya se perdieron con el paso de los siglos. Sin embargo, si que se han conservado diversos frontones y columnas tan pronto de orden corintio como compuesto de origen romano. Una fachada espectacular que en realidad no sería la entrada al interior de un edificio, sino más bien a un ámbito urbano, una especie de ágora comercial. Por eso, varios siglos después, esta construcción quedó insertada en las murallas defensivas que hizo el emperador Justiniano para la ciudad a mediados del siglo VI.

Aquella primera transformación, ya le supuso importantes daños a la construcción, la cual acabó por perderse tras un terremoto posterior. De esta manera a principios del siglo XX, un arqueólogo alemán comenzó a desenterrarla, y no solo eso. Sino que lo que salía al exterior lo fue mandando por pieza por pieza a Berlín, donde se decidió reconstruirlo íntegramente, ya que inicialmente se concibió como una especie de telón de fondo para el Altar de Pérgamo que ya estaba en el museo berlinés. Sin embargo, en la actualidad ya tiene el espacio individualizado que se merece semejante construcción. De hecho es una de las obras más destacadas del patrimonio museístico de la capital alemana, con un montaje expositivo tan espectacular como el que podemos ver en la imagen que ilustra estas líneas.