Iglesia y altar de Santa María de Avià
La pequeña iglesia románica de Santa María de Avià está situada en la comarca de Berguedá provincia de Barcelona, España. El templo forma parte del estilo románico catalán y la construcción data de los primeros años del siglo XII. Inicialmente la iglesia aparecía vinculada al Monasterio de San Lorenzo de Bagá aunque en la actualidad pertenece a la parroquia de Avià.
El templo está formado por una sola nave divida en tres tramos diferentes y un ábside semicircular. El templo no presenta variaciones en la altura y los espacios interiores son fácilmente discernibles desde el exterior. Elaborado en mampostería su austero espacio interior se corresponde con un exterior igualmente austero: en él destaca la grandísima espadaña que albergaba un total de dos campanas y que se presenta como una superficie de muro liso sin ninguna ornamentación. En los gruesos muros -más de un metro de espesor- que forman el templo tampoco se aprecia ningún tipo de ornato, tan solo se aprecia una sobria pero contundente línea de imposta en la altura en la que el paramento llega a la techumbre.
La cubierta del templo se realiza a través de una bóveda de medio punto ligeramente apuntada. El acceso de la pequeña iglesia se realiza a través de dos arcos de medio punto abocinados que se sitúan en el muro sur del templo. El interior responde a los parámetros de la estética románica, tenebroso y con ligera iluminación – la luz tan sólo entra por cuatro pequeños vanos de medio punto- para invitar a la meditación.
Con toda seguridad lo más destacable de este pequeño templo catalán sea el preciosista altar policromado que se halla en su interior; si la construcción se caracteriza precisamente por su sobriedad, no falta detallismo en el altar del templo.
El antipendio, la parte delantera de un altar, estaba realizado en madera de álamo con policromía realizada al temple y relieves en estucado; éste aparece dividido en registros por distintos relieves: el central representa la Virgen entronizada con el Niño en brazos mientras que el resto de los registros representan escenas de la vida de la Virgen y Jesús como la Adoración de los Magos, La Anunciación que comparte espacio con la escena del Encuentro de la Virgen con Santa Ana, El Nacimiento y La presentación de Jesús en el templo.
Parece ser que este maravilloso altar fue realizado en torno a 1170 o 1200 por un maestro de la zona que ha sido denominado como Maestro de Avià y que también elaboró el antipendio de San Sadurní de Rotger. Las figuras aunque aún están muy ancladas a la estética románica poseen gran movimiento y los personajes interaccionan unos con los otros.
Con el tiempo la iglesia sufrió infinitud de vicisitudes, fue utilizada como almacén y hubo de ser restaurada en el siglo XVIII debido al pésimo estado en que se encontraba. El altar que hoy observamos dentro del templo no es sino una reproducción, el original se encuentra a buen recaudo en el Museo de Arte de Cataluña.