Altar de la iglesia Santa María de Lluça
Se desconoce el nombre del autor que realizó este altar románico en la iglesia de Lluça, en las proximidades de la ciudad episcopal catalana de Vic. Sin embargo, dado que las características que se ven en esta obra se pueden rastrear en otras pinturas románicas cercanas, a su artífice o artífices se les ha venido a denominar como Maestro de Lluça.
Su arte se caracteriza por un importante parecido con el arte italo-bizantino y desarrolló su arte a lo largo de la segunda mitad del siglo XIII.
En la imagen podemos ver la tabla en la que se muestra la Coronación de la Virgen María, la cual se identifica por la leyenda Regina Celorum (Reina de los Cielos), la cual está sentada a la izquierda de Cristo, que también se identifica con su pertinente leyenda.
Su hijo está bendiciéndola con la mano derecha, mientras que la corona con la izquierda. Una diferencia con otras pinturas catalanas de la época del Románico, como por ejemplo el conjunto románico de San Clemente y Santa María de Tahull, es que aquí, en Lluça la Virgen lleva un manto rojo o de color púrpura, mientras que suele ser más habitual que vista con un manto azul.
En la actualidad este altar no se conserva en la iglesia para la que fue concebido, sino que se halla expuesto en el Museo Episcopal de Vic. Allí se puede ver esta tabla que era uno de los paneles laterales del altar, y también se pueden contemplar otros fragmentos del propio altar.
Por ejemplo, también se guarda el frontal y el otro panel lateral, e incluso el museo custodia una cruz pintada de la misma iglesia de Santa María de Lluça de idéntico estilo artístico y momento de realización.
En el caso del frontal se ve a la Virgen sentada, haciendo una especie de trono para su hijo Jesús. Ambos se sitúan en una aureola de cuatro lóbulos sostenida por otros tantos ángeles, acompañados por los nombres de los Evangelistas, y también por el Sol y la Luna. Pero aún hay más imágenes en este magnífico frontal de altar románico. También se ven en los ángulos escenas bíblicas como la Anunciación, la Epifanía o vista de los Tres Reyes Magos, la Visitación y el posterior episodio de la Huida a Egipto.
Mientras que en la tabla del otro panel lateral del altar se ve igualmente a la Virgen María, aunque en esta ocasión rodeada por los siete dones del Espíritu Santo, representados en forma de palomas, y contemplando la escena y acompañando a la Virgen se ve a San Juan Bautista niño.