Monumento a Washington
En el National Mall o Explanada Nacional de la ciudad americana de Washington D.C. se encuentran dos de los monumentos que evidencian la tendencia americana del patriotismo; a finales del siglo XVIII se ideaban los planos de la ciudad con Washington con la idea de que la propia urbe trasmitiese los valores por los que se había luchado en la Guerra de la Independencia. En este contexto debemos señalar como algunos de los monumentos que encontramos en este lugar son una muestra del espíritu de libertad y autodeterminación que guiaba a los hombres americanos de la época; quizás por ello y para que ese mismo sentimiento perviviese a lo largo de la historia, en la capital del país se encuentran algunos de los monumentos que recuerdan a los grandes hombres que hicieron posible el ideal americano.
De esta manera encontramos en la sección Oeste de la explanada el Monumento a Washington que honra la memoria del primer presidente americano y uno de los máximos dirigentes de la Guerra de la Independencia contra los británicos. Desde la prematura muerte del presidente en 1799, la idea de levantar un monumento en su memoria cada vez cobraba más y más fuerza sin embargo ponerse de acuerdo al respecto no parecía tan sencillo; algunos planteaban la idea de que se levantase un mausoleo sin embargo la familia del presidente no parecía estar de acuerdo. Finalmente cien años después, en el centenario de la conmemoración de su nacimiento, se creó una sociedad para el Monumento Nacional de Washington que recaudó el dinero necesario para su construcción.
Se optó entonces por un gran obelisco, que en principio se planteaba rodeado de una barandilla o balaustrada y que finalmente no se llegó a construir ya que algunas voces se mantenían en desacuerdo acerca de cómo ésta debía ser –a día de hoy el monumento carece de balaustrada pero se encuentra siempre rodeado de un conjunto de banderas americanas- . El arquitecto encargado de la construcción fue Robert Mills (1781 – 1855), las obra se dilataron durante más de treinta años ya que el presupuesto económico era demasiado ajustado a causa de los gastos de la guerra. Finalmente se optó por levantar un gran obelisco de unos ciento setenta metros de altura, por aquel entonces y hasta la construcción de la Torre Eiffel diseñada en Francia para la Exposición Universal, el Monumento a Washington era la construcción más alta de la historia.
Se planteó que la obra debía estar fabricada con material americanos por lo que se utilizó mármol, granito y arenisca. Al llegar a los cincuenta metros de altura se puede ver un cambio apreciable en el mármol y granito utilizados ya que los recursos se acabaron y hubo que tomar las piedras de otras canteras diferentes.