Retrato de Washington de Houdon
Jean Antoine Houdon (1741 – 1828) fue un importante escultor francés, cuyas obras siguieron las formas del estilo imperante por aquellos años: el estilo Neoclásico.
En este caso podemos ver una escultura realizada en mármol en el año 1785 y que en la actualidad forma parte del enorme patrimonio histórico y artístico que atesora en el Palacio de Versalles, situado en las proximidades de París.
Sobre todo Houdon destacó como un gran retratista, donde lograba imprimir a sus figuras un alto grado de realismo, si bien concretamente esta obra representando a Georges Washington el personaje está mucho más idealizado de lo que en él era habitual.
A lo largo de su vida hizo numerosos retratos a todo tipo de personajes desde nobles hasta el propio Napoleón, para quién trabajó con continuidad. Pero también retrató a literatos e incluso a amigos y familiares. Un buen ejemplo es el retrato que hizo de su hija, sin duda una obra de tono mucho más familiar, donde su realismo alcanza una gran verosimilitud, ya que no tiene inconveniente en plasmar incluso el defecto en un ojo que tenía su hija.
Ese rasgo de realismo también se puede ver en el retrato que hace de Mirabeau, ya que nos los presenta con un traje de la época, y no vestido con ropajes de la Antigüedad como es muy habitual durante el Neoclasicismo, y es que Mirabeau fue un importante personaje revolucionario en Francia.
De carácter mucho más oficialista es un retrato que le hizo a Napoleón, si bien ese carácter de solemnidad es capaz de suavizarlo y humanizar al personaje, especialmente por el modo en que es capaz de tallar los ojos de Bonaparte, que le conceden mucha viveza al protagonista.
De hecho, su habilidad para tallar los ojos era muy valorada por aquellos a los que representaba. En el caso del retrato que hizo a la condesa Seilá, vemos un cabecita muy pequeña que ayuda a estilizar el resto de su cuerpo, y en cambio los ojos son muy grandes proporcionando mucha vitalidad y belleza al rostro. Y es que una particularidad de los retratos de Houdon es que él tallaba los ojos en sus esculturas, mientras que otros artistas contemporáneos, mucho más ortodoxos con las premisas neoclásicas, se dedicaban a pintar los ojos en las esculturas, tal y como hacían los artistas de la Antigüedad.
En cuanto a los literatos que retrato, figuran dos de los más importantes escritores y filósofos de Francia: Voltaire y Diderot. De la escultura de Voltaire tan solo contamos con el molde preparatorio que realizó, ya que nunca se llegó a fundir al bronce final. En cambio, el molde nos sirve para saber que lo presentaba de cuerpo entero y ataviado con el traje típico de los filósofos clásicos a base de una toga. Y en el caso del retrato de Denis Diderot, hace un busto, en el que plantea un visión muy franca del personaje, trasmitiendo contacto humano y la intimidad del retratado, quién nos mira con una expresión muy receptiva y a la vez humorística, tal y como muchos escritos también nos presentan a ese personaje.